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Salvo en la cuarta, en que la incidencia ha sido menor por la vacunación, nuestro pueblo no ha escapado a las sucesivas olas de contagios por coronavirus
Dentro de las diferentes fechas que quedarán para la historia local de la Covid-19, hay que añadir la del 22 de junio. Ese martes se alcanzaban los mil positivos por coronavirus en Rute desde el comienzo de la pandemia. Por fortuna, la gran mayoría han superado con éxito la enfermedad. Sin embargo, no deja de ser llamativo el hecho de que más de un 10% de la población ruteña se ha contagiado desde marzo de 2020 (el censo oficial de es de 9898 habitantes). Fue en esos días, con el estado de alarma y en pleno confinamiento, cuando se detectaron los primeros casos en el pueblo.
- De las treinta víctimas mortales que se ha cobrado el coronavirus en Rute, nada menos que la mitad fallecieron entre marzo y abril del año pasado
Desde entonces, tres de las cuatro olas sufridas han golpeado con virulencia en el municipio. También siguiendo el patrón del país, la incidencia de la cuarta ha sido menor, gracias a lo avanzado de las vacunaciones. Durante los dos primeros meses de confinamiento no sólo se registraron los primeros contagios. Además, fue uno de los momentos más críticos, con el drama de la Residencia de Ancianos Juan Crisóstomo Mangas. De las treinta víctimas mortales que se ha cobrado el coronavirus en Rute, nada menos que la mitad fallecieron entre marzo y abril del año pasado.
Como en toda España, con ese duro confinamiento remitieron los contagios. Tras la desescalada, Rute tuvo más de tres meses sin un nuevo positivo, desde mayo y hasta mediados de agosto. En la segunda quincena de ese mes volvió el goteo, que fue en aumento a lo largo de septiembre. No obstante, los ecos de la segunda ola no fueron tan severos como cabía temer. De hecho, no sería hasta el 22 de octubre cuando se contabilizó un fallecido más, el primero desde el fatídico binomio de marzo-abril.
Esa nueva víctima antecedió a la segunda ola, cuyos efectos sí serían notorios. El 3 de noviembre la tasa de contagio se disparó hasta los 893,9 casos por cada cien mil habitantes. En aquel momento, había 262 casos diagnosticados. De nuevo se aplicaron duras restricciones, ahora bajo el control del Gobierno autonómico. Rute se sometió al cierre perimetral, además del toque de queda nocturno que imperaba en toda Andalucía.
Una vez más, las medidas surtieron efecto justo antes de Navidad. Sin embargo, en enero llegó la tercera ola como un ciclón. El día 21 se alcanzó la tasa de contagio más elevada, con 2.976,1 puntos y 721 contagios. La localidad quedó bajo el nivel máximo de alerta. En el otro extremo, el día 10 se habían vacunado las primeras personas en el pueblo, los ancianos de la residencia.
La progresiva vacunación de la población ha amortiguado los efectos de la cuarta ola y la incidencia acumulada no ha vuelto a alcanzar registros similares. Coincidiendo con esos mil contagios 993 por PCR o tests de antígenos y siete por tests serológicos, los casos activos no pasan de 16 y, de forma paralela, la tasa de contagio está en 161,6 puntos. En cuanto a los correspondientes a los últimos siete días son doce. En la misma medida, otro dato fundamental es que la cifra oficial de curados se eleva ya a 939.
