Rute afronta unas Fiestas Patronales centenarias

  • El Traslado extraordinario de la Virgen del Carmen desde San Francisco a Santa Catalina es el pistoletazo para unos cultos y actos centenarios que culminarán con la procesión del 15 de agosto

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El final de julio adentra en Rute de lleno en sus Fiestas Patronales en honor a la Virgen del Carmen. Habitualmente, el último domingo del mes supone el Traslado de la Patrona desde su santuario de la calle Toledo hasta Santa Catalina Mártir. En la parroquia esperan los días grandes de la Fiestas Carmelitanas, con la novena, el pregón y la coronación, o la ofrenda de nardos, hasta culminar con la salida procesional en la noche del 15 de agosto. Esta edición, en cambio, viene marcada por el Año Jubilar que, a su vez, sirve para conmemorar el centenario de su proclamación como Patrona de Rute.

Por todo ello, el de este año no fue un Traslado al uso. En lugar de salir de su ermita, la Virgen partió desde el Barrio Alto, desde la parroquia de San Francisco de Asís. Allí se hallaba desde el fin de semana anterior, tras la salida extraordinaria desde su santuario, enmarcada también en los actos del centenario del patronazgo. Además, este último domingo de julio se conmemoraba el sexto aniversario de su Coronación Canónica. Por tal motivo, por la mañana había tenido lugar una solemne celebración eucarística de acción de gracias, con la presencia del Coro de Romeros “La Morenita” y los Hermanos de la Aurora.

Como es frecuente en estas fechas, el Traslado se desarrolló bajo unas temperaturas sofocantes. A ello se sumó el calor humano, ya que el público se volcó para ver a la Patrona y a un cortejo donde no faltaron los miembros de la junta de Gobierno de la real archicofradía y el grupo joven Iuventus Carmeli, así como la reina de las fiestas y su numerosa corte de damas de honor. Asimismo, se contó con la Banda Municipal para tocar en un itinerario inédito que deparó numerosos momentos para guardar en la retina. A lo largo de la noche se sucedieron desde diversos puntos los cohetes en honor a la Patrona, previos a los fuegos artificiales del final. Tras salir de San Francisco y pasar por el centro de la Plaza Nuestra Señora de la Cabeza, la Virgen bajó por las calles Del Señor y Priego. Allí José María Serrano, pregonero de 2014, se animó a cantar por sevillanas a su Patrona, con la guitarra de Javier Reina.

A continuación, la comitiva se dirigió a la Vera Cruz. Como ocurrió una semana antes en San Pedro, el barrio se había engalanado para la ocasión y las imágenes titulares de la Virgen de la Sangre y Jesús Amarrado a la Columna aguardaban en la puerta a la Patrona. Una vez puestas frente a frente, el presidente de la cofradía de la Vera Cruz, Antonio Manuel García, entregó a su homóloga de la archicofradía, Ana Burguillos, un presente de recuerdo para la Virgen. Se trata de una cruz de plata, con incrustaciones de rubíes en las puntas y una perla en el centro.

Después de despedirse del barrio y subir por la calle Granada al son del “Himno de la Coronación” y “Reina y Señora”, se vivió otro de los momentos más emotivos del recorrido. Fue cuando la Patrona asomó a la calle Portugueses para el encuentro con los mayores de la Residencia de Ancianos Juan Crisóstomo Mangas, justo antes de entrar por la puerta principal de Santa Catalina. Allí espera el grueso de unas Fiestas Patronales que serán intensas como siempre, pero sin duda especiales como nunca. Son las fiestas del centenario del patronazgo.

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