Interior de la almazara ruteña donde se clasifican las aceitunas
La actual campaña de recolección de aceituna en el término municipal de de Rute es una de las más escasas de los últimos años. A nivel general la cosecha podría verse reducida a la mitad respecto al año pasado. En concreto en Rute, el presidente de la Cooperativa Agrícola, José María de Roldán, espera que se recojan unos 7 u 8 millones de kilos de aceitunas. En estos momentos, hay recolectados unos 4 millones. Sin embargo, según Roldán, los resultados finales de la campaña aún son “una incógnita”. Nos encontramos en una zona muy peculiar que cuenta con un tipo de aceituna hojiblanca y de maduración tardía. De ahí que sea difícil hace previsiones exactas. La almazara ruteña cuenta con algo más de 1.000 socios y atiende un olivar de unas 5.000 hectáreas pertenecientes a diferentes pueblos de la comarca. En su organigrama de funcionamiento cuenta con tres secciones: una de suministro de combustible, otra de crédito y la actividad principal que es la que genera la propia almazara.
Durante esta temporada la cosecha se ha visto reducida drásticamente por la sequía del pasado año y el invierno tan seco que hubo. La falta de lluvia ha provocado que el rendimiento de la aceituna sea menor y que la aceituna que se está recolectando tenga poca riqueza grasa. En este aspecto, las cosas han cambiado, y en los que llevamos de año se han recogido en el municipio un total de 533,5 por metro cuadrado. En cuanto al precio del aceite, José María Roldán se muestra algo más optimista. Asegura que en los últimos tres años el precio que se ha pagado por el fruto, en algunos casos, no ha llegado a compensar siquiera el coste de la recogida de aceituna. Máximo en una zona donde predomina el olivar tradicional y requiere un número de jornaleros importante para la recolección.
Sin embargo, José María Roldán cree que este año las cosas pueden ser distintas y de hecho afirma que “en estos días el precio del aceite está subiendo”. Roldán alerta que determinados movimientos especulativos provocaron el año pasado que los precios fuesen “muy malos” y que finalmente hubiese un sobrante de 700 millones de kilos de aceite. Respecto a la mecanización progresiva de la recolección insiste en las peculiaridades del campo de toda esta comarca, con olivos de más de cien años y plantaciones en pendiente. Asegura que el agricultor no se puede permitir arrancar estos olivos y esperar a que pasen cinco o seis años para ver el rendimiento de las nuevas plantaciones. Por tanto y de momento, la reconversión del campo actual la ve inviable para nuestra tierra. Finalmente, en relación a la guardería y la vigilancia del olivar, José María ha informado de que se ha llegado a un acuerdo con los guardas forestales para que estos avisen a la Guardia Civil si ven algo sospechoso. Afortunadamente, hasta la fecha, no hay que lamentar ningún tipo de robo significativo.
