Rute acoge la apertura del curso del Instituto Andaluz de los Castillos

  • Cada año se elige una sede distinta, y en esta ocasión se ha apostado por la localidad por la labor de restauración llevada a cabo en la torre vigía del Canuto

Rute ha sido elegido por el Instituto Andaluz de los Castillos para la apertura de su nuevo curso. Su presidente, Julián Hurtado de Molina, confirmó que cada año se busca un lugar distinto para poner en valor este patrimonio defensivo. El acto se celebró el 8 de octubre en el CEMAC Pintor Pedro Roldán y estuvo conducido por el secretario del instituto, Antonio José García Uceda. La entidad tiene su origen y sede en Córdoba, pero cuenta con delegaciones en las ocho provincias. Antonio Ruiz, como alcalde de Rute y presidente de la Diputación, recordó que en Córdoba hay 37 castillos. Es un patrimonio que se suma a los recursos turísticos.

  • Según el presidente del instituto, el trabajo del Ayuntamiento con la restauración del Canuto ha sido “riguroso y modélico”

Parte de ese patrimonio está en Rute, que alberga tres monumentos catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta: el Canuto, Rute Viejo y el Castillo de Zambra. Una de las razones para que la apertura del nuevo curso se haya hecho aquí es la labor de restauración de la emblemática atalaya que corona el monte Hacho. Hurtado subrayó su situación estratégica, acentuada cuando la población se traslada de Rute Viejo al emplazamiento actual. El presidente aplaudió el papel de ayuntamientos y diputaciones en la restauración de este patrimonio. Su conservación, dijo, repercute en el desarrollo económico y el turismo.

En un contexto local, cree que lo que hay en Rute no lo tiene todo el mundo. Cuidarlo requiere una inversión, pero asegura que el trabajo del Ayuntamiento con el Canuto ha sido “riguroso y modélico”. Como recordó Antonio Ruiz, se han destinado más de ciento cincuenta mil euros, con fondos de Diputación. Los restos de Rute Viejo y el Castillo de Zambra requerirían más inversión, pero, en palabras de Hurtado, el camino ha de ser el mismo, siempre con una visión “a largo plazo”.

El encargado de glosar y confirmar esta idea fue Manuel García Iturriaga, uno de los cronistas oficiales de la villa. Iturriaga se refirió a la ubicación estratégica de Rute Viejo y el Canuto durante la Baja Edad Media. El acceso a la fortificación podía ser fácil por el lado sur, pero resultaba inexpugnable por el resto. En cuanto a la torre vigía, recordó que, tras su progresivo deterioro, presumiblemente fue restaurado por cristianos. Como pueblo fronterizo, sufrió asedios durante toda la Edad Media y apenas conoció periodos de paz, sólo treguas. Seguiría siendo un lugar “inseguro”, que cambiaba de manos según el caso, hasta que en 1432 la recupera definitivamente Juan II y la otorga en señorío, junto a Zambra, a su doncel Ramiro Yáñez de Barrionuevo.

Aparte de estudiar los castillos andaluces, el otro objetivo del instituto es divulgativo. Por tal motivo, en su día se preparó un material didáctico para ofrecer charlas en los centros educativos. La pandemia impidió que se impartieran, pero se ha adaptado a un material audiovisual cuyo contenido se adelantó en el CEMAC. Lo presentó José Luis Pulido, vocal de Nuevas Tecnologías. Entre otros contenidos, incluye un juego de preguntas y respuestas, además de información sobre los castillos de la comunidad.

El acto concluyó con la entrega al Ayuntamiento de un diploma de honor que reconoce la labor de conservación de su patrimonio, así como la colaboración de su alcalde con la causa. Además, a título personal, se le dio a Antonio Ruiz una escribanía “por su apoyo y sensibilidad hacia la cultura”.

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