RuperChef muestra las habilidades culinarias de los escolares de Rute

  • Por segundo año, el colegio Ruperto Fernández Tenllado apuesta por esta versión del concurso televisivo para concienciar sobre hábitos alimenticios sanos

Junto a los hábitos alimenticios sanos, otra apuesta del concurso es el trabajo integrador y en equipo

Fase final del concurso RuperChef 2022-2023

Por segundo año consecutivo, el Colegio Público Ruperto Fernández Tenllado ha puesto en marcha la iniciativa RuperChef. Con ese nombre, ha adaptado al alumnado de 5º y 6º de Primaria el popular concurso televisivo “MasterChef”. Como recuerda su directora, Rocío Jiménez, una de las características de la actividad es su carácter “integrador”. Así, aparte del alumnado, participan docentes e integrantes del AMPA. Además, se han sumado los finalistas de 3º y 4º de un concurso autonómico de similares características con motivo del Día de Andalucía. Por otra parte, al jurado se han incorporado dos cocineros profesionales de otros tantos restaurantes de Rute.

  • La iniciativa se enmarca en el proyecto “Creciendo en salud”, para fomentar hábitos alimenticios sanos

Aunque a la final llegaron dieciséis escolares, cuatro de cada curso implicado, más familiares y docentes, en el concurso ha participado el tercer ciclo al completo. No en vano, la iniciativa se enmarca en el proyecto “Creciendo en salud”, para fomentar hábitos alimenticios sanos. Su coordinadora, Piedad Cañas, destaca que contempla otros objetivos como el trabajo en equipo, reforzar el diseño curricular y que los menores asuman esos hábitos también “a la hora de manipular los alimentos”.

De igual modo, el proyecto abarca otras áreas como la de Educación Física. Según una de sus profesoras, Carolina Sánchez, una nutrición adecuada es el complemento al deporte y la vida sana. Por eso, junto al ejercicio físico, se han estudiado otras cuestiones como las pirámides de alimentación. De cara al concurso, incluso en los dulces se ha cuidado que todo fuera casero y sin productos procesados. En concreto, a cada pareja se le asignaban de forma aleatoria dos ingredientes saludables, como tomate o aguacate, que debían incluir en su receta.

Con esa premisa, los criterios de evaluación siempre eran los mismos, aunque con clasificaciones distintas para escolares, familiares y docentes. Los cocineros aseguran que el nivel ha sido altísimo. Tiburcio Muñoz, de Restaurante Primavera, confesó que lo habían tenido “muy difícil”. Según su compañero José Venegas, de Restaurante Venegas, los pequeños han mostrado gran imaginación y creatividad, aunando lo mejor de la cocina tradicional y algunas propuestas innovadoras que a ellos nunca se les habrían ocurrido. De ahí que no descarten incorporar alguna a sus menús.

Deja un comentario