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La primera ha sido premiada por ser una mujer agrícola, cooperativista y empoderada y el segundo por ser un joven artista y restaurador enamorado de su profesión y con futuro.
Una mujer agricultora y cooperativista, Rosario Cabeza y vecina de la aldea de Llanos de Don Juan y el joven artista y restaurador ruteño, Miguel Ángel Borrego han sido galardonados en la gala “Valores de la Subbética” que se celebró, el pasado 17 de diciembre, en el Palacio de Erisana y organizada por el Grupo de Desarrollo Rural (GDR). Se trata de una propuesta con la que se pretende visualizar el papel de las mujeres y jóvenes que contribuyen al desarrollo social, económico y cultural de la Subbética cordobesa.
Esta entidad público-privada pretende poner en el centro a mujeres emprendedoras y a jóvenes que han demostrado una capacidad sobresaliente para generar un impacto positivo en sus comunidades. El GDR se fundó en el año 1996 y es una entidad que trabaja en iniciativas de inversión, formación y promoción del territorio, gestionando recursos por importe de más de sesenta y cinco millones de euros. En la actualidad su presidente es el alcalde de Lucena, Aurelio Fernández, y el vicepresidente es el alcalde de Rute, David Ruiz.
- Rosario se confiesa heredera de las enseñanzas de su padre y Miguel Ángel es un apasionado del arte desde pequeño
Rosario Cabeza es hija de la herencia recibida y de un padre agricultor y cooperativista que la animó a formar parte de la Cooperativa “San José” de Llanos de Don Juan. Una mujer a la que le apasiona el mundo agrícola, empoderada y que ocupa un puesto en el consejo rector de su cooperativa. Además, Rosario trabaja y lucha para que otras mujeres ocupen cargos de responsabilidad en el mundo del asociacionismo y cooperativismo. Ella se siente orgullosa de ser agricultora, cooperativista, mujer rural y de trabajar por hacer de la Subbética un lugar mejor para vivir. Rosario recibió el premio de manos del alcalde de Rute y vicepresidente del GDR, David Ruiz.
Por su parte, Miguel Ángel Borrero, licenciado en Bellas Artes, es un apasionado del mundo del arte desde su infancia. Su pasión, igualmente, por la lectura le llevó a recrear un mundo de fantasía y color, con figuras de plastilina, que moldeaba a su antojo y que representaban a los personajes imaginarios de sus libros y cuentos. También gracias a ser hijo de padres muy vinculados con el mundo cofrade, desde su juventud se interesó por el arte y la cultura y por ese gran patrimonio religioso que atesoran los pueblos de la comarca. No en vano, Borrego, asegura que “en las iglesias y ermitas de pueblos de la Subbética encontramos algunos de los mejores exponentes del barroco andaluz”.
En la actualidad, es Miguel Ángel es un restaurador exigente y comprometido con la cultura y el mantenimiento de nuestro patrimonio. Miguel Ángel pone gran pasión, amor en todo cuanto hace y, cada obra que esculpe, se caracteriza por su cuidada y gran calidad y ejecución técnica. Este ruteño recibió su galardón de manos del presidente de la Diputación de Córdoba, Salvador Fuentes. El resto de premiados fueron Araceli Moyano, otra joven agricultora de Encinas Reales y defensora del mundo del campo y Francisco Navas, un joven de tan sólo 26 años que se ha puesto al frente de la cooperativa de Cabra y comprometido con la innovación y la modernización del sector agrícola.
Además, otras cuatro mujeres fueron reconocidas en esta gala. Fue el caso de Lucía Fernández, técnico de Turismo de Priego de Córdoba, por su profesionalidad y ejemplo de vida. Eva Franco, profesora de Educación Física en un instituto de Lucena, por su compromiso con el deporte, la salud y el empoderamiento femenino; Antonia Rodríguez, propietaria del café-bar “Los Molinos” de Zuheros, como emblema de fuerza y tradición; y finalmente, Carmen Cáliz, voluntaria de Cáritas Lucena, como ejemplo de entrega y solidaridad. Todos los premiados son testimonios y ejemplos de esfuerzo y trabajo. También de su apuesta por una comarca y por vivir y el desarrollo de cada uno de los núcleos rurales donde residen.