Regreso al pasado

Si algo nos ha enseñado Pedro Sánchez en estos dos años es a aprender a hacer lo contrario de lo que se dice sin despeinarse. Del “No es No”, en el que parecía un señor contundente en sus posicionamientos políticos, ha pasado al “No es Puede”, o “tal vez”, o “ahora sí pero mañana no”. He aquí la transformación que lleva al señor Sánchez a ser el Frankenstein de sus propias contradicciones, a ser una amalgama de incoherencias y a mostrarse tal y como es en realidad: un filibustero político en toda regla. Su obstruccionismo político, el cálculo frío de las encuestas de intención de voto, su Asesor, que está más pendiente de erigir un presidente electo sin nadie en su gabinete que pueda discrepar y vanagloriarse ante el PP que lo desahució de Génova 13, y su ansia de poder absoluto para cercenar las cabezas de quienes decían de él “es un chico que no vale, pero nos vale”, han creado un personaje aberrante que para nada podrá satisfacer las necesidades de un pueblo que se ve abocado a votar por cuarta vez. Sus bases le gritaban “¡con Ciudadanos no!”, y Sánchez ya no se acuerda del significado de su propio No. En sus manos estaba transformar España con una coalición con Unidas Podemos, que hizo el harakiri y defenestró a su líder para poder llegar a un acuerdo, y dijo posteriormente Sí a la propuesta de Pacto del PSOE, un pacto con fecha de caducidad como los yogures, que primero les valía y cuando vieron que Unidas Podemos iba a aceptarlo, ya no valía. ¿Qué más tenía Unidas Podemos que sacrificar? ¿El voto de casi cuatro millones de españoles a cambio de dejar que Pedro Sánchez tuviese manos libres para hacer políticas alejadas de la izquierda? Decía Pedro que no podía dejar ciertos Ministerios en manos sin experiencia. ¿Acaso el Sr. Sánchez tenía experiencia alguna cuando llegó a ser Presidente por moción de censura? ¿Acaso Unidas Podemos rechazó la moción de censura por su inexperiencia como Presidente? ¿O priorizamos la necesidad de cambiar las cosas en España? En todos estos meses de No Negociaciones ha quedado más que claro que lo único que el PSOE y Pedro querían era denigrar, desgastar y torpedear a Unidas Podemos, tal y como hicieron en su día cuando Izquierda Unida entró a cogobernar con el PSOE en la Junta de Andalucía, pero con más inquina aún. Y lo peor de todo es que hemos vuelto a picar. Porque no es avaricia de poder lo que nos caracteriza, sino ganas de cambiar las cosas. Y por eso temen que entremos en el Gobierno, porque no quieren que se cambie el Status Quo que tanto PSOE como PP han establecido en estos cuarenta años de democracia. Ahora toca volver a votar, y ojalá los ciudadanos acudan en masa y VOTEN, para no regresar al pasado de nuevo.

Deja un comentario