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Uno de ellos, El Sitio, lo hace con la motivación extra de estar en trámites para ser reconocido como bar de interés turístico
La tienda de La Despensita ha visto muy condicionada su zona de degustación
El Sitio está en trámites para ser declarado bar de interés turístico
A las puertas del primer fin de semana desde la entrada en vigor de la fase 2 de la desescalada, no dejan de sumarse en Rute nuevos negocios relacionados con la hostelería que reabren sus puertas. La Despensita combina la venta al público con la zona de degustación. Su propietario, Juan Miguel Pacheco, invirtió justo hace un año en dar un giro a un establecimiento que tiene ya una década. Sin embargo, desde el 14 de marzo dejó de funcionar la parte de degustación. Entonces se apostó por los pedidos telefónicos o por Whatsapp. Ya en la fase 2, la zona de degustación ha vuelto a abrir, con las mermas establecidas en esta fase, más en su caso, donde el espacio con que ya contaban no es muy amplio. Además, a nivel económico, aunque han estado abiertos, las ventas han bajado en torno a un 70% y con productos más básicos. Han podido sobresalir con los clientes más fieles y la paulatina vuelta de la gente a la calle.
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Cervecería Desastr3s acaba de abrir, pero también con unas condiciones muy limitadas. Su gerente, Carlos Espinar, señala que operan con sólo tres mesas dentro y seis fuera. El problema de un negocio como éste es que en un fin de semana o momentos puntuales les da para ir tirando. Pero en el día a día dependen mucho de la barra, y ésta no puede funcionar aún. Por eso, llegadas estas fechas solían contratar a dos personas más, algo que de momento no es posible. Podrían pedir una ampliación del espacio en la calle, pero ha preferido esperar a la fase 3 y a ver la respuesta de la gente. Nota que hay miedo y menos recursos. De ahí que poder contar de nuevo con esas dos personas no sólo indicaría que su negocio va mejor sino que puede darlas de alta y crear empleo.
Por su parte, Antonio Montes, propietario de El Sitio, confirma que también marchan “a medio gas”, pero contentos dentro de lo que cabe. Por ahora, prefieren esperan y disponen del mismo espacio de antes, pero con la mitad de mesas. Cuentan con el mismo personal, porque aunque haya menos público, aumentan las tareas de limpieza y desinfección. La plantilla la componen él y su esposa como autónomos, y tres personas contratadas. Seguir al completo no deja de ser una apuesta arriesgada, pero Montes mira adelante y, tras dos meses parados, entiende que lo importante ahora es “empezar a funcionar”. Subraya que su negocio se había adelantado a la crisis del coronavirus, ya que están en trámites para que sea declarado bar de interés turístico. Es una de las razones por las que ve muy positiva la inminente declaración de Rute como Municipio Turístico. Cree que, con la ampliación de la hora de cierre, repercutirá en la hostelería.