Radio Rute aborda en un programa especial la presencia de las mujeres en la vida pública

Para el especial se contó con representantes de  los grupos políticos en el Ayuntamiento y del tejido asociativo ruteño

Para el especial se contó con representantes de los grupos políticos en el Ayuntamiento y del tejido asociativo ruteño

Un año más, Radio Rute, como servicio público, se ha sumado a las actividades programadas en marzo en torno al Día Internacional de la Mujer. Dentro del ciclo esta vez denominado “Marzo Cultural”, la emisora municipal ha emitido un especial sobre “La mujer en la vida pública”. Para analizar el tema desde diversas vertientes se contó con la presencia de representantes los tres grupos políticos en el Ayuntamiento de Rute: María Dolores Peláez, del PSOE; Magdalena Baena, de IU; y José Antonio Pino, del PP. También estuvieron María José Jiménez, presidenta de Cuenta Conmigo; Natividad Pérez Leiva, en representación de Arapades; y Juana Serrano, presidenta de la Junta Local de la Asociación Española Contra el Cáncer.

El programa se estructuró en tres bloques. El primero giró en torno a la participación de la mujer en el ámbito político, con especial hincapié en la política local. Tras un reportaje introductorio sobre la representación femenina en nuestro Ayuntamiento durante la etapa democrática, se repasó la presencia de las mujeres en todos los niveles del poder político, gobiernos, parlamentos y partidos políticos. Asimismo, se valoró su rol, como un punto de vista diferente o como imitación de conductas masculinas, y se recogieron las distintas opiniones sobre las llamadas cuotas o listas cremallera. Estas cuotas son algo obligación en la elaboración de las candidaturas electorales. Los resultados son visibles y han permitido cierta equiparación en la representatividad femenina. Pero aún esa presencia no se ha convertido en un proceso natural. Por tanto, las participantes en la tertulia entienden que aún no se podría eliminar la obligatoriedad de esas denominadas listas cremallera.

Los otros dos bloques del programa trataron sobre la participación de la mujer en el ámbito empresarial y económico y en lo social. A este respecto, no deja de ser llamativa la distribución de roles en los colectivos que hay en Rute. Mientras que los clubes deportivos, por ejemplo, o incluso las cofradías, suelen estar presididos por hombres, en el caso de asociaciones de carácter social suele haber una mujer al frente. Valgan como muestra las tres que participaron en esta tertulia temática. En cuanto a la presencia en el mundo empresarial, volvió a evidenciarse el camino que queda por recorrer. Hay un problema de base, a nivel andaluz, y es que la predisposición de las mujeres a incorporarse al mercado laboral es aún inferior. Así, mientras un 65,98% de los hombres de nuestra comunidad mayores de 16 años trabaja o está dispuesto a hacerlo, esa cifra se reduce al 51,99% en las mujeres. Otro aspecto diferenciador es que el 86,14% de las trabajadoras andaluzas lo son por cuenta ajena. La tendencia a trabajar por cuenta propia es menor que en los hombres. Ese aspecto no se puede perder de vista en un contexto de crisis como el actual: el autoempleo se ha convertido en una de las pocas salidas laborales para la población.

Lógicamente, no todo depende de la predisposición. El empresariado andaluz sólo contrata a un 41,14% de mujeres. En cuanto a las profesiones con mayor presencia femenina, están las de cuidados a domicilio, guarderías y centros educativos o auxiliares de enfermería. Seis de cada diez contratos a mujeres corresponden al sector servicios. Esto guarda relación con otro aspecto que se apuntó en la tertulia. Y es que sigue habiendo una tendencia a estudiar determinadas carreras universitarias en función del sexo. También resulta curioso que la mayoría de las mujeres paradas en Andalucía tengan entre 25 y 44 años, horquilla en la que se supone que están las más formadas. En este sentido, se destacó que desde el ámbito público de las administraciones se siga apostando por políticas activas de empleo como cursos de formación, escuelas taller o casas de oficio. Sin embargo, las mujeres se topan después con la realidad de que sus condiciones laborales no son iguales a las de los varones. En las administraciones públicas no se puede por ley. Pero en la empresa privada todavía son muy frecuentes los casos en que, ante trabajos similares o idénticos, los sueldos no están equiparados.

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