El Club Atletismo Rute celebra su tercera quedada nocturna de verano

  • Han participado 25 personas en esta edición con la que se buscaba fomentar el deporte en las horas veraniegas de menos calor

  • Se ha repetido el recorrido del año pasado, que comprendía unos ocho kilómetros por parte del casco urbano y en torno al Camino del Pamplinar

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Los participantes se concentraron en el Paseo Francisco Salto para encaminarse al entorno del Pamplinar

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Por tercer año consecutivo, el Club Atletismo Rute ha celebrado su “quedada nocturna”, que complementa a la que se hace de día a primeros de año. Esta iniciativa surgió como una forma de fomentar el deporte en verano, en este caso animando a correr, cuando se acaba el día y el calor da una tregua. No hay que perder de vista la proliferación de carreras populares nocturnas en estas fechas. La de Rute no es una competición en sí, sino una concentración para salir a correr a ritmo suave por nuestro término. Tampoco es algo exclusivo de los socios del club, sino que está abierto a todo el mundo. Como subraya su presidente, José Ariza, alguien tiene que hacerse cargo de la propuesta y el club es la referencia para orientarse, pero la idea es que sume quien quiera. En este caso, han sido 25 personas las que se animaron.

El recorrido ha sido el mismo del año pasado, pero con una notable diferencia: el calor y la humedad de la edición anterior dieron una tregua. Ello permitió disfrutar en la medida de lo posible de un circuito que arrancaba en pleno casco urbano, en el Paseo Francisco Salto. Después, iba por las calles Juan Carlos I, Granada y Málaga hasta el hotel María Luisa, para tomar a su espalda el Camino del Pamplinar y volver por la antigua carretera de Iznájar. En total, la ruta acumulaba unos 8 kilómetros y terminaba en el hotel El Mirador. Allí, los participantes pudieron compartir cena y baño en la piscina.

Para este encuentro nocturno se buscan fechas con luna llena, pero cuadrando con un viernes para fomentar la presencia de más gente. Eso impidió que la luna iluminara en plenitud y se pudieran disfrutar al completo las impresionantes vistas que ofrece este entorno de Rute. El otro condicionante para no deleitarse con el paisaje fue la segunda parte, cuesta arriba. Si la primera mitad había sido en descenso, “para compensar” en la vuelta se notaba el desnivel y el propio presidente reconoce que se hacía “duro”. Con todo, se intentó que hubiera varios reagrupamientos, si bien Ariza destaca que es difícil que 25 personas en un terreno con tanto desnivel vayan en todo momento juntas.

Lo importante es que se repitió la convivencia entre deportistas, tanto a la hora de correr como en la cena posterior. En las próximas semanas cada socio irá participando en las carreras nocturnas que restan. A nivel de club, la actividad no está del todo parada, con propuestas como las jornadas técnicas celebradas en junio. Sin embargo, el calendario se intensificará a partir de septiembre, con pruebas de fondo para todos los gustos. Será entonces también cuando se retomen los preparativos para la octava edición de la carrera “Rute en Navidad”. Ya tiene fecha, el 4 de diciembre, y aunque se han perfilado en parte los “grupos de trabajo”, se pondrá a punto tras el verano.

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