Primera semana de estancia en la Escuela Hogar de Rute

  • Ha arrancado un año muy duro en el que los residentes deben acatar también unas medidas de seguridad tras llegar de sus centros educativos


La Escuela Hogar es uno de esos lugares de nuestro pueblo que ha tenido que afrontar los protocolos covid-19 de forma muy especial. Al igual que en los centros educativos, su equipo directivo ha tenido que confeccionar un Plan de Contingencia y Seguridad contra el covid-19. Sin embargo, la Escuela Hogar no es un centro educativo.  La Escuela es más que eso. Es el hogar en el que residen ciento treinta chicos y chicas de Rute y comarca durante el curso escolar. Es el lugar en el que comen, se asean, estudian, o descansan más de un centenar de escolares, “es su casa” apunta la directora Sofía Fernández.

Sofía Fernández nos cuenta que cuando los escolares llegan a la residencia, tras su larga jornada escolar, lo hacen después de haber estado muchas horas con la mascarilla puesta. Llegan a su hogar. Sin embargo, no pueden quitarse la mascarilla. Es muy duro, apunta Sofía. La directora ha informado de que los monitores y el personal de la Escuela Hogar han explicado con mucho cariño y de la forma más didáctica posible el esfuerzo que todos han de hacer para no contagiarse. De momento, según Fernández, los chicos y chicas han sido muy receptivos y las familias han colaborado.

Por su parte, el presidente de la fundación que gestiona esta escuela, Zacarías Jiménez, ha explicado que se han establecido diferentes grupos burbuja o de convivencia. Cada grupo está bajo la tutela de un maestro o tutor. Estos grupos no se relacionan entre sí. Cada uno entra y sale por una entrada distinta. En el comedor, todos tienen asignado su sitio. También en el patio del centro se han establecido los lugares en los que está cada grupo. Según Jiménez “todo es muy complicado”. No obstante, el pasado día 14 de septiembre tuvieron una inspección sanitaria y la han pasado con éxito.

Pese a todo, uno de sus maestros, José Antonio Pino, ha informado de que, aunque no se puedan hacer algunas actividades ya tradicionales como las de Halloween o las relacionadas con la Semana Santa o el Carnaval, se apostará por otras en el medio ambiente y en entornos abiertos. El curso arranca en la residencia con siete plazas concertadas más, por parte de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía; mobiliario del comedor y colchones nuevos, subvencionados por la Diputación provincial y con unas mochilas costeadas por la Fundación Social de la Caixa, que también ha contribuido con los somieres.

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