Terminado el doble acto cultural los asistentes visitaron la exposición fotográfica
El Edificio de Usos Múltiples de Rute acogió en la noche del 13 de junio un doble acto cultural en el que se fusionaron la poesía y la imagen. La parte literaria vino protagonizada por la entrega del premio Mariano Roldán de poesía, que incluyó la presentación del libro ganador, ya publicado por la editorial Ánfora Nova. El premio, fallado en diciembre, había correspondido en esta ocasión al poeta jienense Domingo F. Faílde, por su obra “Retrato de heterónimo”. El acto contó con la intervención del propio autor, el poeta cordobés Manuel Gahete; la concejala de Cultura, Magdalena Baena; y José María Molina, director de Ánfora Nova.
En palabras del propio Faílde, el poemario constituye “un desdoblamiento de la voz lírica para reflejar una sociedad en la que todo es alienante y nada es lo que parece”. A partir de ahí, establece “una radiografía de la vida como fracaso y dolor humano”. Reconoce que es una obra “pesimista, como corresponde a los tiempos que corren”. El director de Ánfora Nova definió el libro como “un paseo brutal por los infiernos de la vida”, con una unidad temática que arranca desde el propio título “que es una declaración de intenciones”. Por ello, estamos ante un poemario “magnífico, que no deja indiferente al lector”. Para Molina, presenta unos textos “sobresalientes”, a los que se añade un componente de “originalidad”, con unos finales sorprendentes. En este sentido, el ganador cree que la poesía siempre debe tener ese elemento de sorpresa e intentar “saltar hacia delante”.
Por su parte, Manuel Gahete volvía a Rute, por un lado como miembro del jurado del premio, pero también por su condición de amigo de José María Molina y el fotógrafo Antonio Gallardo. El poeta cordobés volvió a deshacerse en elogios hacia ambos, asegurando que cualquier cosa que diga a favor del director de Ánfora Nova es “mucho menos de lo que se merece”. Respecto al premiado, reiteró el “regocijo” general que se había producido entre los integrantes del jurado cuando comprobaron que se trataba de Faílde, “porque es un autor que ennoblece al premio”. Entre los muchos rasgos del jienense, Gahete destacó tres aspectos que definen especialmente la obra: “el acervo cultural, con un cruce entre los clásicos y su inspiración vital, el arraigo del sur y el contraste entre luces y sombras”.
Aprovechando la amistad que une a Gahete con Molina y con Gallardo, el acto coincidió con la presentación de la exposición fotográfica de este último. La muestra está basada en la coreografía “Vocación”, con la que el grupo de Sebastián Leal se presentó en febrero al campeonato de España de baile celebrado en Málaga. La colección es impactante, hasta cierto punto provocadora, porque Gallardo no se ha limitado a colocar la cámara y captar una serie de instantáneas, sino que ha recogido el movimiento de la coreografía para llenar las imágenes de luminosidad y color.
El resultado son unos lienzos (así lo parecen, por su propia textura) en los que, en palabras de Sebastián Leal, las alumnas de su escuela parece que van a salirse del cuadro y comenzar a bailar. No se trata, por tanto, de fotos movidas sino de imágenes con movimiento, una técnica difícil y que, según explicó el autor, aunque ahora es un efecto provocado, nace de un error “tan antiguo como la propia fotografía”.
