Pilar Llamas asegura que la administración de la vacuna ofrece más beneficios que riesgos

  • La doctora ruteña, experta en trombosis, es la jefa de hematología de cuatro hospitales madrileños

La labor del servicio de Hematología que lidera Pilar Llamas ha sido reconocida en varias ocasiones

Pilar Llamas: “La trombosis se da menos de un caso por cada 100.000 vacunados”

La doctora Pilar Llamas Sillero lleva muchos años estudiando e investigando una enfermedad que ahora está en boca de todos: la trombosis. Esta experta sanitaria ha desarrollado investigaciones científicas relacionadas con los ICTUS isquémicos, las enfermedades cardiovasculares, el estudio y tratamiento de linfomas y leucemias, las neoplasias hematológicas o biomarcadores tumorales. En estos momentos es vicepresidenta de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia. En la actualidad esta hematóloga ruteña es jefa de área de cuatro hospitales madrileños de la Fundación Jiménez Díaz.

Pilar Llamas durante una conferencia organizada en Rute por la Junta Local de la AECC
  • La incidencia de la vacuna AstraZeneza oscila en torno a los 0,07 por cada 100.000 pacientes vacunados

Para empezar, cuando hablamos de la trombosis, apunta Pilar Llamas, hay que distinguir dos tipos: la arterial y la venosa. La trombosis arterial es quizá las más conocida y está más investigada. Incluye la trombosis coronaria o infarto agudo de miocardio y el Ictus, una enfermedad cerebrovascular. En cambio, la trombosis venosa, que es la se está relacionando con los efectos de las vacunas, está menos estudiada. Además, el interés por esta enfermedad está más difuso porque la estudian diferentes especialistas y puede afectar a distintas partes del cuerpo. Las trombosis venosas más frecuentes son las que se dan en las piernas y las del pulmón.

 Pilar Llamas afirma que la incidencia real de la complicación trombótica asociada a las vacunas aún no se conoce exactamente. No obstante, la incidencia de la vacuna AstraZeneca oscila en torno a los 0,07 por cada cien mil pacientes vacunados. Es decir, menos de un caso por cada cien mil habitantes. Según Llamas, es una incidencia baja comparada con la trombosis que se puede padecer por tener Covid-19. La doctora ha recordado que el 18 de marzo comenzaron a describirse algunos casos y esa realidad creó mucha incertidumbre y miedo entre la población.

Fue a partir de ese momento cuando la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y los expertos sanitarios, tras analizar los casos, emitió un informe el 7 de abril. En dicho documento hizo constar que la incidencia de trombos por la vacuna era baja. También ante la posibilidad de contraer la Covid-19, afirma esta hematóloga, se constató que la administración vacuna “ofrece más beneficios que riesgos”. Así pues, es algo que no tiene nada que ver con las decisiones que cada país determine respecto a la suspensión o restricciones que deseen asumir, apunta Llamas.

Esta experta médica ha explicado que el hecho en sí de padecer la enfermedad dela Covid-19 ya supone un factor de riesgo para sufrir trombosis. El resto de factores que influyen son la edad, con mayor probabilidad para las personas mayores. La obesidad es otro de los factores que complican la sintomatología de la enfermedad. En relación con la vacuna, Pilar Llamas afirma que no se ha identificado “ningún grupo de riesgo donde podamos decir que van a sufrir la complicación más que otros”. Lo único que sabemos es que se han dado más casos en mujeres, sobre todo en las más jóvenes.

 Con la pandemia, se ha investigado y estudiado más la trombosis pulmonar, que es una de las manifestaciones de padecer el coronavirus. Sin embargo, Llamas insiste en el hecho de que en caso de la administración de la vacuna la manifestación trombótica más frecuente es de carácter venoso y se da en otras partes del cuerpo. Por lo general, asegura Llamas, siempre será “menos lesivo padecer una trombosis venosa que una pulmonar”. Además, “los pacientes que están hospitalizados y más críticos desarrollan trombosis alrededor de un 20%, y los que están en hospitalización convencional entre un 2,5 y un 5%. Incluso los que están en casa, apunta, pueden desarrollar trombosis.

Para la doctora, lo importante es no perder de vista el contexto epidemiológico en el que nos encontramos. Así, por ejemplo, cree que si dispusiéramos de todas las vacunas del mundo “podríamos estratificar en qué rangos de edad es más beneficiosa o conveniente administras unas u otras”. Sin embargo, no estamos en esta situación.

A nivel profesional, reconoce que desde que apareció la enfermedad en febrero de 2020, la situación vivida, ha sido “caótica y desconcertante”. La pandemia ha obligado a cambiar completamente el sistema de trabajo. El contacto directo con los pacientes ha pasado a ser virtual.  La atención presencial se ha sustituido por la telefónica, el correo electrónico o las posibilidades que las nuevas tecnologías han propiciado. En cualquier caso, concluye que, no por ello, la atención ha sido de menor calidad.

 La incidencia de las trombosis que se detectaron en marzo del año pasado llevó a adoptar medidas para evitar en los pacientes hospitalizados esa coagulación, administrando heparina. De hecho, todos los pacientes que van a ingresar “deben recibir un tratamiento profiláctico de heparina”. En primer lugar, el hecho de estar ingresado aumenta las posibilidades de estar inmovilizado. En segundo lugar, se da una hipercoagulación asociada a la infección por esta enfermedad. La controversia es qué hacer con los pacientes que se dan de alta o con los que están en casa. Respecto a la investigación, esta epidemia ha provocado que se estudie más la trombosis inmune, que es la que se da con la Covid-19.

 Un año muy intenso para Pilar

Pilar asegura que lo verdaderamente importante “son las personas que han fallecido y han perdido la vida por esta enfermedad”. Ella misma ha perdido a un familiar, y sabe la tristeza y el dolor que provoca esta situación. A nivel personal, los primeros meses de la pandemia, de marzo a mayo, los pasó separada de su marido e hijos. No obstante. se sintió satisfecha de poder dedicarse plenamente a lo que las circunstancias exigían en esos momentos. Suele venir a Rute todos los meses de agosto, coincidiendo con sus vacaciones y las fiestas carmelitanas. Este año quería venir a las fiestas de la Virgen de la Cabeza. Sin embargo, la situación lo ha impedido.

Pilar Llamas pasó su infancia y adolescencia en Rute. Estudió en el colegio Ruperto Fernández Tenllado y en instituto, donde obtuvo matrícula de honor. Ahora, coincidiendo con la celebración del 50 aniversario de la creación de dicho instituto, ha animado a los estudiantes a no perder la ilusión por el futuro. Le consta que hay muchos alumnos y alumnas interesados por aprender en Rute. En este sentido, se ha dirigido a los jóvenes ruteños para decirles que, con esfuerzo y voluntad, les quedan por vivir “unos años maravillosos”.

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