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Del total de consultas llevadas a cabo, treinta han pasado por la Junta Arbitral de Consumo y un 80% se han resuelto con éxito
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El sector que más reclamaciones presenta es el de la telefonía y el acceso a internet, seguido muy de cerca por el servicio de electricidad
Rute es uno de los municipios de la provincia que cuenta con un Punto de Información al Consumidor, PIC. Ello es posible gracias a un convenio de colaboración firmado en su día por el Ayuntamiento de Rute y la Unión de Consumidores de Córdoba. Dicha oficina se abre un par de días al mes, en horario de nueve a doce del mediodía, y Ángel Troncoso es el técnico que se encuentra al frente de ella. Recién terminado el año 2016, Troncoso ha hecho balance en Radio Rute del servicio prestado. Un total de ciento noventa y tres personas se han acercado a la oficina para presentar una queja o reclamación. Del total de consultas, setenta y cuatro han derivado en reclamación y treinta se han canalizado a través de la Junta de Arbitraje provincial. En este sentido, el técnico ha informado de que la mediación de la Junta de Arbitraje es gratuita, tanto para el cliente como para el empresario, siempre y cuando este último esté suscrito a este tipo de servicios. Esta mediación se ofrece como una herramienta eficaz, dado que, según ha apuntado, el 80% de las intervenciones se han resulto con éxito para el cliente. Tan sólo cuatro casos han terminado en denuncia ante la Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía.
- Para 2017 el técnico espera un repunte de reclamaciones relacionadas con las cláusulas suelo y las hipotecas
- Las rebajas implican una reducción en los precios y no una disminución de la calidad o nuestros derechos
En cuanto a los sectores que más reclamaciones presentan, Ángel Troncoso ha mencionado en primer lugar al de la telefonía y el relacionado con el acceso a internet. Muy cerca les sigue el servicio de electricidad. Como ha recordado, desde que se llevó a cabo la liberalización del sector los usuarios se han encontrado con problemas de altas fraudulentas, cambios irregulares de comercializadora “e incluso re-facturaciones complementarias del consumo”. Finalmente, en tercer lugar, se encuentran las quejas por el trato de la banca y los servicios financieros recibidos. No obstante, para 2017 el técnico espera un repunte de reclamaciones relacionadas con las cláusulas suelo y las hipotecas. Respecto a las compras online, advierte que muchas empresas “no actúan correctamente y hay que estar atento”. Troncoso recomienda que siempre sepamos dónde tiene esa empresa su domicilio social y desconfiar de páginas de países asiáticos, que en ocasiones tienen una legislación diferente. Además, a la hora de hacer la compra online, en la URL o dirección de internet debe aparecer la letra “s”, que significa que esa página es segura.
Consejos en rebajas
Con motivo del comienzo de la campaña de rebajas de invierno, desde el PIC se advierte que las liquidaciones y los saldos no se consideran artículos rebajados. Además Ángel Troncoso recuerda a los consumidores que el período de rebajas debe exhibirse en un sitio del establecimiento visible al público, incluso cuando esté cerrado. Así, los productos rebajados deben estar bien identificados y diferenciados del resto, tener la misma calidad que cuando no tenían descuento y el precio del producto rebajado debe aparecer junto al precio anterior. Al igual que ocurre en épocas fuera de rebajas, los productos tienen una garantía de dos años y el establecimiento está en la obligación de aceptar la devolución si presenta algún defecto. No obstante, si el consumidor desea devolver el artículo por cualquier otro motivo, los comerciantes son libres de aceptarlo o no. Eso dependerá de la política de devolución que cada comercio tenga establecida. Para concluir, Ángel Troncoso ha hecho una serie de recomendaciones. Por un lado, hay que distinguir entre un producto de saldo o con tara y uno rebajado. Por otro, se deben rechazar artículos de productos cuyas instrucciones no estén en español. También conviene guardar todos los tiques y facturas para poder presentar una reclamación en caso de ser necesario. Y ante todo, hay que tener en cuenta que las rebajas implican una reducción de los precios y no una disminución de nuestros derechos.