Pedro Pérez Tapia destila la historia anisera de Rute

  • Se inauguran los Museos del Aguardiente Anisado de Rute y España, un recorrido por el arte de la destilación a nivel local y nacional

  • La doble galería reúne ocho mil piezas y seis mil marcas, resultado de una afición a la que ha dedicado su vida

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Pedro Pérez Tapia repasó con los presentes de forma muy didáctica algunas de las joyas que encierran estos museos

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La historia de nuestro producto más emblemático se reescribe y acaba de comenzar un nuevo capítulo. Desde ahora el repaso a lo que ha significado la destilación del anís tiene otra referencia. Museos del Aguardiente Anisado de Rute y España es el nuevo proyecto empresarial encabezado por Pedro Pérez Tapia. Estamos ante un apasionado de todo lo referente a la destilación y el proceso de elaboración del aguardiente. Pasados los cincuenta años, se puede decir que ha dedicado su vida a investigar los entresijos históricos de este arte, ya que su curiosidad despertó con apenas ocho años. Ahora, de la mano de Juan Manuel Morales, ha dado forma a esta afición a la que acabó ligando su trayectoria profesional. Según Morales, se pretende dar un enfoque “diferente” al turismo local, huyendo de la estacionalidad con la intención de abrir todo el año. De momento, el resultado es un proyecto empresarial ilusionante: Museos del Aguardiente Anisado de Rute y España es el nombre de una iniciativa que, en efecto, aglutina la historia anisera en nuestro pueblo y en el resto del país.

  • Pedro Pérez empezó esta afición con apenas ocho años, pidiendo etiquetas y botellas antiguas
  • De algunas firmas, sólo queda testimonio de su existencia en alguna factura que se conserva

Ese recorrido histórico se puede contemplar en las instalaciones de la calle Málaga, en el antiguo Ociorum. Son dos galerías, separando todo lo vinculado al anís en Rute, por un lado, y las miles de destilerías, fábricas y marcas que ha habido en España, por otro. Sin duda, nuestro pueblo es un referente nacional, siempre lo fue y ahora queda atestiguado. Pérez Tapia calcula que guarda constancia de más de doscientas firmas del sector en la localidad a lo largo de los tres últimos siglos. Parte de ese patrimonio que conforma la impresionante colección que al cabo de los años ha ido atesorando Pedro Pérez se puede visitar en estos museos: centenares de botellas, etiquetas o carteles permiten constatar la relevancia de la fabricación del aguardiente en la vida social, empresarial y hasta cultural de Rute. En algunos casos, el vestigio de que en un momento dado existió una determinada firma anisera se limita a la conservación de una factura con su nombre. Pero no por ello su valor documental es menos efectivo. En total, la doble galería reúne ocho mil piezas y seis mil marcas.

De forma paralela a la colección local, Pedro ha ido acumulando una muestra ingente del anís a nivel nacional. El objetivo del proyecto también es doble. Por un lado, está la iniciativa empresarial. Cree que hay que “sumar y hacer que Rute se mueva”. Está convencido de que se puede lograr que venga más turismo el resto del año y de que eso redundará en beneficio de todos. La otra vertiente es la patrimonial, la de mostrar “una historia que ha estado guardada mucho tiempo”. Ahora, entiende que ha llegado el momento de enseñarla y confía en que poco a poco se vayan viendo más cosas. Pérez recordó los primeros años de andadura, cuando visitaba las destilerías y lo tomaban “por loco”, dado el entusiasmo que ponía pidiendo etiquetas y botellas antiguas. Conforme iba profundizando, se daba cuenta de que cada vez había más datos por descubrir, información que desconocían “incluso los lugareños”. Él la ha ido recopilando en multitud de viajes. Llegó a recorrer España en un solo año nada menos que 123 veces.

De por sí, el anís constituye un universo completo. Por ejemplo, tiene 27 propiedades medicinales, algunas tan curiosas como su carácter afrodisíaco. Sin embargo, cree que lo más importante es “lo que surge alrededor del producto”. Unido a esta bebida está la publicidad y el inicio de la historia de la cartelería española “en sus diferentes formatos, orlas o tipografías de letra”. Así, se ha comprobado que el primer cartel que hubo en España se remonta a 1820. Se trata de una litografía de Anís Licri, de Rute. El original que se conserva es una de las “joyas de la corona” de estos museos, junto a piezas como un maletín de época con el que los comerciales de entonces ofrecían degustaciones.

A la inauguración acudieron representantes del sector agroalimentario y de los tres partidos con presencia en el Ayuntamiento, que aplaudieron el proyecto. Entre ellos, estuvieron los socialistas María Dolores Peláez y Antonio Ruiz. La concejala de Turismo resaltó que echa a andar justo cuando la campaña de navidad, aún en pleno verano, da sus primeros pasos. En su doble condición de alcalde de Rute y presidente de la Diputación, Ruiz confirmó que se va a mantener el apoyo económico a una campaña “que atrae a miles de personas”. Tanto él como el teniente de alcalde José Macías (IU) coincidieron en que están naciendo iniciativas “que suman”. Macías subrayó que con una mayor oferta “el visitante se siente más atraído”. En cuanto a los ediles populares, David Ruiz y Carmen María Arcos se alegraron de que la Diputación mantenga el apoyo iniciado en la campaña anterior. Confían en que otras administraciones como la Junta se impliquen más en un sector tan importante. También se contó con la presidenta de la Mancomunidad de la Subbética, Manuela Romero, que espera que esta oferta y la colaboración entre los pueblos de la comarca contribuyan a acabar con la estacionalidad y prolongar el turismo al resto del año.

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