-
Se sitúa en 484 personas, dando un leve respiro tras las ligeras subidas de diciembre y enero, y se sitúa por cuarto mes por debajo del umbral de 500
Los datos del paro en Rute continúan alimentando el optimismo de la recuperación económica. Según el informe mensual del Observatorio Argos, dependiente de la Junta, febrero ha llegado a su fin con 484 desempleados. Son siete menos que en enero. Aunque es una bajada leve, sirve para frenar el repunte que se había producido en diciembre y enero, con dos ligeras subidas seguidas. Además, tras progresiva mejoría de las cifras conforme remitía la crisis sanitaria, Rute encadena el cuarto mes consecutivo por debajo del umbral de quinientos.
Noticia relacionada
De hecho, los datos son mejores incluso que los que había antes de la pandemia. Febrero de 2020, justo el mes previo al estado de alarma, había finalizado con 522 parados. Dos años después, hay 38 personas menos inscritas en la Oficina de Empleo. Aunque los dos peores meses de la pandemia fueron los inmediatamente posteriores a dicho estado de alarma, con un período de hibernación económica incluido, la mejoría real no empezaría a notarse hasta la primavera de 2021, cuando remitió la tercera ola. No en vano, la brecha era mayor entre los números de febrero del año pasado y el de éste. El balance interanual es de 152 parados menos.
La brecha que, en cambio, no mejora en igual medida, es la de género. Aunque en líneas generales la bajada ha sido leve, vuelve a beneficiar más a los hombres que a las mujeres. Tan sólo hay una desempleada menos, 298 frente a las 299 que había en enero. En el lado masculino, pasan de 192 a 186. Por tanto, sigue habiendo más de un centenar de mujeres más que hombres en espera de encontrar trabajo.
Por lo demás, febrero es un mes difícil de encuadrar en cuanto a generación de empleo en Rute. Desde que en 2005 Argos gestiona estos datos para la Junta, durante esa década cada año descendía algo respecto a enero. En el decenio siguiente hubo de todo. En los tres primeros ejercicios, los peores de la anterior crisis económica, cambió la tónica y subió, para luego alternar aumentos y bajadas. En los tres últimos años la tendencia ha sido a aumentar, lo que indica que estas modificaciones, siempre mínimas, van más allá de cómo haya repercutido la crisis sanitaria en la económica.
