“Panochillo”, el burrito imaginario de la canción de “El Koala”, cobra vida en la reserva de Adebo en la Sierra de Rute

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Los burros de Adebo siguen apegados a la música. A juzgar por el porcentaje de cantantes, intérpretes y compositores que engrosan la lista de arrieros de honor de la asociación ecologista, podría decirse que Rute cuenta con la primera reserva oficial de équidos melómanos. El último en sumarse a esta larga lista ha sido el cantante malagueño Manuel Jesús Rodríguez, conocido con el nombre artístico de “El Koala”. El apelativo se remonta a su etapa de albañil, por su forma de trepar por los andamios. Al igual que ha sucedido en otras ocasiones, “El Koala” ha ofrecido un pequeño concierto acústico junto a un público muy peculiar: los propios burros de Adebo. “El Koala” saltó a la fama en el año 2006, con la pegadiza canción “Yo voy a hacer un corral”. No ha sido su único acercamiento al mundo rural, entre otras cosas porque procede de una familia de trabajadores del campo. Pero además, se da la circunstancia de que una de las canciones de su último disco está dedicada a un burrito, “Panochillo”.Forma parte de un CD compuesto íntegramente de canciones infantiles, que en su mayoría hablan de animalitos.

El disco sale a la calle el 9 de diciembre, pero en la Sierra de Rute ya se han repartido las primeras copias. Como no podía ser de otra forma, “Panochillo” ha sido el nombre elegido para el bautizo del burrito en la Sierra de Rute, con la habitual oración de Adebo y el chorro de anís de la tierra. También ha sido uno de los temas que ha cantado en vivo. Y por supuesto, ha reinterpretado el archiconocido del corral, eso sí, adaptado para la ocasión, con frases referentes a la sierra ruteña y a Adebo. Incluso ha “incrustado” la letra en la música de “Smellsliketeenspirit”, de Nirvana.

En definitiva, Manuel Martínez se ha sentido inspirado en lo que califica como “un paraíso”. El cantante se ha mostrado encantado del entorno natural ruteño. “El Koala” ha reivindicado la vida en la naturaleza y apuestas ecologistas como la de Adebo. Aparte de la labor de conservación de una especie en peligro de extinción, no entiende “la capacidad de los humanos para olvidar de una forma tan bruta”. Por eso, aunque ahora estemos “sometidos al materialismo”, subraya que un siglo, en comparación con la vida en la Tierra, “es apenas un segundo, nada, y hace menos de un siglo nuestros antepasados viajaban en burros como éstos”.

En contraposición, ha elogiado todo el trabajo conservacionista de Pascual Rovira al frente de Adebo. Por su parte, Rovira ha puesto en valor las letras de este músico de la región de la Axarquía malagueña. Para el presidente de Adebo, representan “un acercamiento al mundo rural”, hasta el punto de que cree que su poema “Niño del campo” se asemeja en temática y estilo a algunas composiciones del mismísimo Miguel Hernández. En efecto, cuando “El Koala” lo ha recitado de memoria se ha podido comprobar que, detrás del tono desenfadado de sus  canciones, su escritura tiene “un mensaje social y ecológico” cargado de lirismo.

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