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La encargada de presentarlo, María José Sánchez, destacó la cercanía, la sencillez y la importante labor pastoral llevada a cabo por el sacerdote cuando estuvo en nuestro pueblo
El sacerdote Pablo Calvo ha vuelto a Rute para dar el pregón de Semana Santa. En nuestro pueblo ejerció su labor pastoral durante seis años e impartió Religión en el IES “Nuevo Scala”. Su enfermedad le obligó a dejar una parroquia como la de Santa Catalina Mártir e irse a otra más pequeña de la capital cordobesa. Pablo Calvo ofreció un pregón cargado de valores humanistas y que giró en torno a los misterios fundamentales de la fe cristiana. El pregón de Santa Catalina comenzó con un reconocimiento a su compañero Gregorio Molina y contó con el acompañamiento musical de la Banda Municipal.
- Pablo Calvo habló de un pueblo unido, de la humidad, el amor infinito y de la cruz que cada uno lleva
La encargada de presentarlo fue María José Sánchez, quien destacó la cercanía, la sencillez, la forma de predicar y de “llegar “hasta el corazón de la feligresía de don Pablo”. Sánchez también resaltó la capacidad del entonces párroco de Santa Catalina para explicar el evangelio a los niños y niñas de nuestro pueblo o la importante labor pastoral llevada a cabo en Rute, con la creación de grupos de matrimonios, de catequesis de adultos o en el seno de las cofradías. Con Pablo Calvo, recordó la presentadora, también se revitalizó la labor de Cáritas. A su juicio, con su proceder, marcó un antes y un después de la Iglesia en la localidad.
Ahora, ha regresado para recordar los momentos vividos en la Semana Santa ruteña. Así, quiso compartir desde “el amanecer de Jesús Nazareno” hasta “la noche cerrada de Nuestra Señora de la Soledad, que ahora sale el sábado por la tarde. Ha venido a Rute a rememorar un Domingo de Ramos, con la Borriquita o la Virgen de la Sangre, llorando por su hijo Jesús Amarrado a la Columna; o ese acompañamiento al Cristo de la Misericordia, en silencio y recogido. También ha recordado a Jesús de la Rosa y Nuestra Señora del Mayor Dolor; la Humidad que representa “el Abuelito” de San Pedro; el dolor que trasmite la imagen del Santo Entierro o la alegría de ver a Jesús Resucitado.
Pablo Calvo aprovechó para seguir evangelizando y llevando la palabra de Dios, para que se sepa entender el verdadero significado de la Semana Santa. El sacerdote fue entrelazando cada misterio o cada estación de Penitencia con nuestra forma de vivir y sentir. Habló de caminar para ser “un pueblo unido, unido por Él, unidos bajo el amparo de un solo Dios y una sola fe”. Asimismo, clamó romper con lo que nos separa y nos enfrenta. Invitó a “disminuir la soberbia y hacer que aflore la humidad”, como único camino verdadero de llegar a Jesús.
Además, se refirió a “la gran tristeza que supone vernos enfrentados por lugares y honores, por títulos y renombres, por gestos y palabras, por coronas y fajines”, pidiendo que cese. También habló de la cruz que cada persona porta, con sus propias cargas, esfuerzo, renuncias o el tiempo entregado a los demás. Para el sacerdote, “cargar la cruz es acoger la vida”. En el pregón también estuvo presente la Virgen, como la madre que acompaña, enseña y da aliento a su Hijo. Fue un pregón que concluyó con la gran enseñanza del Evangelio: la de Jesús Resucitado, y con el mensaje de alcanzar la verdadera humanidad “a través del perdón y la reconciliación”.