El ocaso de los dioses

Cuando se alimentan sentimientos desde la mentira, la cobardía es la constatación de la ignominia a todo un pueblo. Cobardía en el hecho de votar en secreto, cobardía por salir corriendo a Bélgica tras votar, cobardía por no haber sido capaces de frenar una mentira poco piadosa: independencia no por y para el pueblo, sino por y para ocultar la corrupción. Y ahí se sumó la CUP, radicales en sus principios, impertinentes en sus formas, para alimentar a la bestia. Unos para tapar sus vergüenzas, otros pescando en río revuelto y metiendo palos en las ruedas. Y desde Madrid la única prisa que se ha visto ha sido la de Mariano andando por las mañanas. Desde su óptica ralentizada ha esperado a que la maraña se desenredara sola…hasta que los nudos han sido de tal calibre que ha habido que destrozar el hilo con 155 hachazos de nada. Y aún así, el problema no está resuelto, pues la convocatoria de elecciones para el 21 de diciembre no va a suponer el resurgimiento del Sol entre las tinieblas cual solsticio de invierno. Más bien será un “To be continued” del episodio más traumático de nuestra democracia tras el 23F. No se puede calmar la sed de un pueblo con sal. El hecho de volver a las urnas sin haber resuelto el conflicto social que se ha generado supondrá que el recuento de votos nos sitúe en el mismo escenario político del Parlament. Hará falta talla política, mano izquierda y cabezas frías. Hará falta sentido común y aliviar la sed de venganza con dosis enormes de diplomacia. Hará falta convencer a quienes creen que la burguesía catalana está con las clases trabajadoras para que se den cuenta de que sus intereses independentistas no buscan las mejoras sociales para la mayoría. Mientras tanto seguiremos sumidos en el ocaso de quienes creyéndose dioses en sus respectivos países no han conseguido más que bajarnos al infierno social, a la revuelta, al conflicto entre vecinos, y no a la democracia real. Pensar en el futuro a largo plazo es una utopía para quienes basan sus argumentos en que la Ley es la Ley y no en que la Ley emana del pueblo, está viva, es modificable, y debe recoger los sentimientos sociales de quienes deben someterse a ella. Una Ley que englobe y haga sentir a todos parte de España. Porque hemos sido una gran nación, y si nos dotamos de las normas necesarias, seguiremos siendo una nación de naciones. De la pluralidad y diferencia surgen las fortalezas y mejoras sociales. Seamos capaces de avanzar en común, pues en la actualidad caminar solos en un mundo globalizado no es más que caminar hacia el abismo.

En Rute también hace falta esa concordia y unión para afrontar la nueva campaña de Navidad. Apelamos desde aquí al buen trabajo de todos para conseguir que nuestro pueblo sea de nuevo referente a nivel autonómico, pues tenemos los mejores productos, y sabemos venderlos bien. Pero también debemos ser conscientes de que si no somos capaces de aunar esfuerzos, de apoyarnos mutuamente, no daremos la imagen de pueblo turístico que todos queremos ofrecer. El ayuntamiento de Rute ha realizado inversiones importantes este año, mejorando aparcamiento de autobuses, mejorando los nuevos contratos de limpieza viaria, impulsando nuevos logos turísticos y promociones en multitud de ferias de turismo. Rute nos importa y seguiremos en la senda del desarrollo turístico, siempre de la mano de nuestros empresarios, para que Rute siga siendo sinónimo de Calidad.

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