Normales diferencias

Nuevamente me dispongo a dar alguna de mis opiniones disparatadas frente a la realidad establecida por nuestra cultura occidental española. Cultura que nos dota del poder de juzgar a los demás, de hacer uso de prejuicios establecidos y de opinar sobre cualquier asunto del cual, se sepa o no, lo importante es opinar.

Y resulta que uno, basta que se pare un instante a escuchar las opiniones de la gente, en programas de televisión o simplemente en los diálogos de  series de entretenimiento para darse cuenta que vivimos en un mundo lleno de prejuicios, de juicios y de jurados. ¿Cuánto es fácil hablar de la normalidad verdad? ¿Todos sabemos lo que es normal y lo que no, cierto? Pues bien, me dispongo a redactar algunas de las opiniones comunes de nuestra sociedad.

Claramente y esto lo sabemos todos, es justo que un niño llore, pero no una niña, llorar es de hombres, no de mujeres. Y más aún hacerlo en público. Pocas cosas son tan normales como llorar en público. Al igual que en la casa, el deber es del hombre porque el género masculino está más preparado para las tareas domesticas, ¿Cómo va a ser lo mismo que friegue o cocine un hombre que una mujer? Ellos están enseñados desde pequeños, es normal que lo hagan ellos.

En lo que respecta a las relaciones amorosas, ¿cómo va a ser normal que un hombre y una mujer se amen? Eso es antinatural, además con el mundo superpoblado no podemos permitirnos que el número de persona siga creciendo, por lo tanto procrear ya no es necesario y los hombres y mujeres son libres, por fin, de amar a personas del mismo género. Y en el caso que, aunque no lo parezca pero existe, una mujer y un hombre se amen, lo natural es que lo hagan libremente y no basen su relación en estructuras prefabricadas como la del matrimonio o alguno de sus derivados, ya que estos proveen de demasiada seguridad y aparente estabilidad a la pareja.

¿Qué pensáis, por ejemplo, de una mujer con falda?, ¿hay alguna cosa más extraña que una mujer con falda? ¿O, por ejemplo un hombre haciendo topless? Las faldas, de toda la vida la llevan los hombres, que se les vea las pantorrillas, pero por dios, una mujer tiene que llevar pantalones. ¿Y estar en una playa donde haya hombres sin la parte de arriba del biquini? Yo soy de los que piensan que las “modernuras” hasta cierto punto pero a tanto no llego.

Cambiando de aspecto, dejamos el físico y analizamos el ser. Y es que no tolero las perfecciones, los planes preconcebidos, el triunfo en la vida, no, por ahí no paso. ¿Hay algo más normal y aceptado socialmente que la imperfección, el “Carpe Diem”  y el fracaso? ¿Hay algo más natural que vivir el día a día sin pensar en el mañana? ¿No luchar por alcanzar espejismo alguno o cometer errores conscientes de que errores son?

No entiendo como la gente defiende la diferencia social cuando, de toda la vida, el mundo ha sido un lugar justo e igualitario, siempre ha habido personas iguales, nunca ricos y pobres; blancos y negro; mujeres y hombres; si no personas. Sin embargo, a día de hoy podemos encontrarnos con personas que lo defienden.

Bien, pues uniéndome al deporte banal de la crítica destructiva, aquí dejo este centenar de palabras descuadradas para el que quieras leerlas y unirse al club de la normalidad. Quizás la normalidad de un mundo diferente. Quizás la normalidad de otro mundo.