Los taiwaneses han mostrado su sorpresa al ver sobre qué objetos están hechas las pinturas
Kaohsiung, la segunda ciudad de Taiwán, robó parte del protagonismo a la capital Taipei en el inicio de 2008. Allí, más de cien mil taiwaneses, entre ellos su presidente, Chen Shui-bian, recibieron el nuevo año con la llegada del barco Naumón, de la compañía La Fura dels Baus, que había sido invitada dentro de la campaña de preparación de los Juegos Mundiales de 2009, que organiza este país. Según ha explicado Carlos Padrissa, director de La Fura, el barco ha llegado coincidiendo con el regalo de un museo marítimo que la empresa La Yang Ming (dueña de una flota de 280 barcos contenedores) ha hecho a la ciudad de Kaohsiung, para celebrar su 35 aniversario. Lo llamativo es que la empresa ha reservado durante una semana un espacio en el museo para la Tetralogía Anfibia que La Fura desarrolla en el Naumón.
Dentro de esta naumaquia hay una parte de Rute, con la exposición “Arte entre burros” del pintor local Manu Molina, que en los dos primeros días han visitado más de mil personas. La exposición goza además de un lugar privilegiado en el barco, al estar permanentemente en cubierta, “porque en esta época no llueve nunca y queda muy original”, en palabras de Padrissa, además de colgar en la grúa del barco un contenedor de basura pintado. El director ha destacado el efecto que crean las pinturas realizadas sobre metacrilatos, “formando transparencias”, y la sorpresa que despierta entre los lugareños el hecho de ver “unas sillas viejas”.
La muestra “Arte entre burros” fue inaugurada en el mes de noviembre. Cuenta con el patrocinio de la asociación Adebo de Rute y está ilustrada en su libreto informativo con textos de Alicia Aza. Las obras de Manu Molina han sido realizadas sobre soportes reciclados como televisores en desuso, sillas antiguas, un trozo de plástico o cristal e incluso sobre una señal de tráfico o una sartén.
