Más de ochocientos escolares de Infantil y Primaria se incorporan a las clases en Rute

  • Es el primer curso en que desaparece casi por completo el protocolo anti-Covid, aunque se mantienen medidas como la ventilación o el lavado de manos


Juan Diego Campanario – Director del CPR Blas Infante

Ya está en marcha el curso escolar 2022-2023 en Infantil y Primaria. En los colegios de Rute, más de ochocientos estudiantes se han incorporado a las clases, sumando los tres centros del casco urbano y el Colegio Público Rural (CPR) Blas Infante, que engloba a las aldeas. Ha sido ahí donde los menores han acudido antes a las aulas, a las nueve de la mañana. Según relata su director, Juan Diego Campanario, en este centro suman 73 estudiantes. La mayoría, 49, están en Zambra, mientras que en Llanos de Don Juan sólo hay 24 por la bajada de la natalidad. Para ello, hay una plantilla de quince docentes, más una administrativa y una monitora de Educación Especial.

Escolares en el patio del colegio de Zambra

Por lo demás, tanto en el CPR como en los colegios de Infantil y Primaria (CEIP) del casco urbano, la tónica ha sido la normalidad. A instancias de las directrices de la Consejería de Educación de la Junta, desaparecen la mayoría de los protocolos anti-Covid. Tan sólo se mantiene el lavado de manos entre el alumnado y la ventilación cruzada en las clases. El uso de mascarilla o cualquier medida adicional serías similares a las de otra enfermedad contagiosa. Ello hace que también se suprima en muchos casos el refuerzo Covid en el profesorado. No obstante, Blas Infante tiene un coordinador Covid, que será el propio director, así como una “enfermera referente”.

En el casco urbano, las clases han comenzado a las once para los cursos de Primaria y una hora más tarde para los de Infantil. De nuevo, el estreno más original ha sido el de Los Pinos. El personal docente ha dado al alumnado la bienvenida al “Museo de la Historia, las Ciencias y el Arte”. Con las tres disciplinas se aglutinan todas las ramas de la enseñanza con las que se pretende implicar de forma más didáctica al alumnado en el proceso de aprendizaje. La idea, según ha explicado el director, José María Henares, era mostrar esas salas vacías al principio y que a lo largo del curso se llenen de contenidos, con las investigaciones y los trabajos llevados a cabo. Se trata de un proyecto “interdisciplinar”, que implica a todo el alumnado, de Infantil a sexto. Son en total 160 estudiantes, para una plantilla de 16 profesores.

Si la puesta en escena ha sido novedosa en Los Pinos, en Ruperto Fernández Tenllado la novedad está en la dirección del centro. Rocío Jiménez asume el cargo con el objetivo de dar continuidad a la labor de sus predecesores, Andrés Serrano y Jesús Suárez. Ha compartido con ellos equipo directivo, ya que lleva doce años en el colegio. Reconoce que eso supone una ventaja al conocer al personal y el centro, pero también genera una responsabilidad estar a la altura y mantener la línea de trabajo. La plantilla de este centro es de quince docentes, más una profesora de Audición y Lenguaje compartida con Los Pinos, que se encargarán de un alumnado de 180 escolares. En este caso, sí cuenta con un refuerzo Covid para Audición y Lenguaje.

El colegio de Rute con mayor volumen sigue siendo Fuente del Moral. Su director, José Antonio Tejero, ha señalado que este año ronda los cuatrocientos estudiantes y tiene una plantilla de 27 docentes, más dos profesores de Religión y una compartida de Pedagogía Terapéutica. Es un profesor menos que el año pasado, a pesar de que es el único centro de Rute que tiene dos unidades en cada curso.

Al tiempo que arrancaban las clases, en este centro también se ha puesto en marcha el transporte escolar, el aula matinal y el comedor. En ambos las plazas están cubiertas, a pesar de que, según apunta Tejero, en las familias donde los dos progenitores trabajen Educación habilita automáticamente un puesto más. De ahí que, aunque haya setenta plazas para el comedor, estén apuntados 86 menores. Otro tanto ocurre con el aula matinal, donde cuentan con sesenta plazas, pero en la práctica hay 84 escolares.

En todos los centros, las plantillas docentes están al completo. Tan sólo faltan por ultimar algunos de los trabajos de limpieza y mantenimiento que se han acometido a lo largo del verano. Como apunta la concejala de Educación, Sandra González, se intenta aprovechar las fechas no lectivas. Junto al mantenimiento, González ha destacado otras actuaciones de fontanería y jardinería, así como de reforestación, siempre en coordinación con los equipos directivos. Tanto la concejala como los directores han alentado a los padres y madres para que haya unión de la comunidad educativa.

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