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Las calles de Jaén se convierten en una fiesta nocturna del atletismo con corredores de varios puntos del país
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La carrera nocturna bate todos sus registros, con diez mil participantes oficiales entre todas las categorías
San Antón se ha convertido por méritos propios en la carrera nocturna por antonomasia. Quienes cruzan por primera vez la meta en la capital jienense repiten la promesa de volver al año siguiente. Todos coinciden en dos aspectos: es imposible hacer buenas marcas, pero al mismo tiempo son conscientes de que la carrera tiene algo especial. Su carácter nocturno influye desde luego, pero también suman las hogueras propias de esa noche y por encima de todo el público de Jaén. La ciudad se vuelca con su carrera, conscientes de que se ha convertido en una de sus señas de identidad. Fruto de ello es esa animación continua desde la salida y hasta la meta, acompañada en todos los tramos por las emblemáticas antorchas, que dan calor en todos los sentidos a los participantes.
- A nivel local, José Ariza, presidente del Club Atletismo Rute, volvió a ser el mejor clasificado, con un crono oficial de 34:48
- Todos tienen claro que no es una carrera para establecer grandes tiempos, sino que su grandeza reside en el ambiente bajo el que se desarrolla
No se puede perder de vista que la Carrera Popular de la Noche de San Antón nació como una forma de promocionar esta festividad. La idea era crear un evento deportivo popular que acompañase a las tradicionales hogueras de muchos barrios jiennenses. Corría el año 1984 y en aquella edición inaugural la participación se limitó a ciento ochenta corredores. Mucho ha crecido la prueba hasta alcanzar el registro de este año: ocho mil participantes en categorías adultas más otros dos mil en categorías inferiores. Esos son los datos oficiales, a los que hay que añadir los muchos atletas que no pueden inscribirse y corren sin dorsal. Dado que va unida a la celebración de San Antón, su fecha es invariable, el 16 de enero, independientemente del día de la semana en que caiga. En esta ocasión, ha coincidido en sábado, de manera que desde primera hora se dispararon las expectativas. En apenas tres días se agotaron todas las plazas disponibles.
La coincidencia con el fin de semana ha hecho que mucha gente vaya en familia y pase el fin de semana completo en Jaén. Los hoteles y restaurantes de la capital y la provincia dan fe del beneficio económico adicional que genera un evento de este tipo. La participación ruteña es una buena muestra de todo ello. El Club Atletismo Rute tenía registradas 42 inscripciones, aparte de quienes acudieron a título particular. Como hace cada año, el club fletó un autobús, donde sólo iba una parte de los inscritos, 24. El resto siguieron la senda de quienes habían mezclado deporte y turismo para echar el fin de semana en la capital jienense.
En lo meramente deportivo, los vencedores fueron Sebastián Martos Roa, en categoría masculina, con un apabullante tiempo de 28:43, y Jacqueline Martín, en chicas, con 32:58. A nivel local, José Ariza, presidente del Club Atletismo Rute, volvió a ser el mejor clasificado, con un crono oficial de 34:48. Si la marca es digna de mención, para hacerse una idea de su tiempo real habría que descontar el tramo que tardó en pasar por la pancarta de salida, desde que arrancara el primer corredor. Pero todos los participantes tienen asumido que se va a dar ese descuadre y que no es una carrera para establecer grandes tiempos. Su grandeza reside en sus propias características y en el ambiente bajo el que se desarrolla. Lo saben bien Leonardo Piedra y Juan Carlos Gámez, dos miembros del club, que llevan más de una década acudiendo sin faltar ni un año a esta cita. Leonardo Piedra subraya el contagio que se produce entre público y corredores. Unos y otros no se limitan a jalear, sino que incluso cantan aun en pleno esfuerzo.
Por su parte, Juan Carlos Gámez espera que la carrera “no muera de éxito”, en vista de la progresión que ha alcanzado. Con todo, nota que el número de corredores aumenta o disminuye en función del día de la semana. Por eso, entiende que en esta ocasión se hayan superado todas las previsiones. Ello dio pie a que se formaran varios “embudos”, de manera que no se podía avanzar por la aglomeración de corredores. Sucedió especialmente en las cuestas, donde a su vez más gente se agolpa para animar. Inmaculada García Mangas está en el otro extremo. Sólo lleva dos ediciones de San Antón, pero ya ha tomado conciencia de que es una carrera especial. Puesto que este año es bisiesto, la próxima edición, en lugar de domingo, caerá en lunes. Será día laborable, pero quienes han corrido esta vez ya hacen planes para estar presentes de nuevo en San Antón 2017.
