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Por su parte, María Luisa Jiménez logra el bronce pese a jugar en una categoría que está dos peldaños por encima de la que le corresponde por edad
Juande Pérez analiza la actuación de María de La O Pérez y María Luisa Jiménez
Aunque cada vez está más presente en el panorama internacional, María La O Pérez no le pierde el pulso a las competiciones “domésticas”. La exjugadora de Club Bádminton Rute, ahora en las filas de Granada, ha cerrado otro mes pletórico con un nuevo doblete en el ámbito autonómico. Ha sido en el Campeonato de Andalucía, disputado en Huelva para las categorías sub-15 y sub-19. La capital fue escenario de una nueva entrega de esa dualidad tan curiosa que mantienen la joven ruteña y la arjonillera Carla Moyano, pareja en dobles y rivales en individual. En esta ocasión, se deshizo de ella en semifinales, mientras que en la final doblegó a la también arjonillera Fátima Albín.
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Para Juande Pérez, el doblete de su hija no debe ensombrecer el bronce logrado por María Luisa Jiménez en dobles mixtos, junto al granadino Mario Rodríguez. A ello se suma un meritorio quinto puesto en la competición individual, después de haber caído en cuartos. No hay que olvidar que aún es sub-11 y por tanto jugó en dos categorías por encima de la suya, midiéndose a rivales hasta cuatro años mayores. Ésa es la filosofía por la que han apostado para esta temporada tanto ella como su padre, el entrenador y presidente del Club Bádminton Rute, Daniel Jiménez. La joven sólo jugará en su categoría en las competiciones nacionales. En las autonómicas, sean campeonatos andaluces o territoriales del ranking, subirá de nivel.
Pérez cree que la progresión de María Luisa es más fulgurante si cabe que la de La O. En buena parte, entiende que es la consecuencia de que el cuerpo técnico del club es a día de hoy no sólo más numeroso, sino más formado y compenetrado. En un primer momento estaba sólo él con un nivel más básico y el soporte de Eva Perálvarez. Con los años, además de sumarse Daniel Jiménez y Manuel Pérez, los tres han mejorado de manera notable su tecnificación como entrenadores. Ello se traduce en que se enseña mejor desde la base a los nuevos valores.
