María de la O Pérez prolonga la euforia del Club Bádminton Rute

  • La jugadora ruteña se ha proclamado campeona de Andalucía sub-15 en individual y ha quedado subcampeona en la modalidad de dobles femeninos

  • En la final se midió a otra ruteña, su antigua compañera Candela Arcos, ahora afincada en Granada

La jugadora ruteña durante un anterior ranking autonómico disputado en Rute

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Pérez junto a María Valera, compañera de dobles en este campeonato

Queda declarado el estado de euforia en el Club Bádminton Rute. Marzo permanecerá en la retina como un mes, otro más, para enmarcar en la aún corta pero intensa historia del club. El doblete de Ángel López en sub-17 en el Campeonato de Andalucía ha tenido continuación en apenas una semana. Él subió a lo más alto del podio en individual y en dobles masculinos en Arjonilla. Su prima María de la O Pérez no le ha ido a la zaga en Granada. En este caso ha sido en sub-15. La O se ha proclamado campeona en individual y subcampeona en dobles femeninos. Lejos de caer en la autocomplacencia, lamenta que su compañera llegara mermada por una lesión. Siempre quedará la duda de saber qué hubiera pasado de estar las dos al cien por cien. En esta ocasión no ha jugado con su “pareja de baile” habitual, la jienense Carla Moyano, sino con María Valera. Natural de Dos Hermanas, está en el Centro de Alto Rendimiento de Huelva. Se conocieron en un máster reciente y surgió la opción de jugar en dobles, porque Carla no podía. Pese a ser su primera experiencia, han tenido el título al alcance.

Donde ha dado la campanada ha sido en individual. Coincide con su primo Ángel en que un triunfo ahí satisface más porque todo depende de uno mismo. La menor de los hermanos Pérez no partía como favorita por ser sub-15 de primer año. Esa condición correspondía a otra antigua jugadora del Club Bádminton Rute, Candela Arcos, afincada ahora en Granada. Las dos, compañeras y rivales, se midieron en la final, con triunfo por 2-1 para La O. Admite que en estos torneos se acaba conociendo a todas las jugadoras, a fuerza de coincidir. Pero no oculta que es distinta la relación con una paisana, con la que desde pequeñas ha habido amistad y a la vez el pique de ganarse.

Aún recuerda que el año pasado, cuando aún era sub-13 de segundo año, era ella quien tenía la presión. Ahora ha podido jugar más relajada, aunque estaba la exigencia añadida que implican las eliminatorias directas, sin margen para el error. Ella misma empezó dubitativa su primer partido, por ese miedo a quedarse fuera a las primeras de cambio. No ha sido así, y ya tiene en su poder uno de los títulos que para ella, sin duda, está entre los más importantes de cuantos ha logrado hasta el momento.

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