Manuel Caballero es reconocido como el mejor agente de seguros de Mapfre en Andalucía Oriental

  • La Dirección General Territorial Sur de la compañía aseguradora abarca cinco provincias de la comunidad

Caballero durante el discurso de agradecimiento en la “Convención de Excelentes” celebrada en Granada

Manuel Caballero es reconocido por la Dirección General Territorial de Mapfre

Granada ha acogido la llamada “Convención de Excelentes”, de la Dirección General Territorial Sur de Mapfre. Abarca cinco provincias andaluzas: Córdoba, Jaén, Granada, Málaga y Almería. Allí se ha reconocido al ruteño Manuel Caballero como el mejor agente de seguros de esta dirección territorial. En febrero ya se le había distinguido como mejor delegado rural de Córdoba y Jaén. En esa ocasión, se tuvo en cuenta las oficinas de municipios de hasta veinte mil habitantes. Ahora, en cambio, abarcaba las cinco provincias al completo, capitales incluidas.

El ruteño junto a los delegados de otras oficinas del sur de Córdoba
  • El reconocimiento a él y su equipo supone que cumplen unos objetivos de captar y fidelizar clientes, a la vez que se generan beneficios para la compañía

Caballero ya había estado en otras convenciones y, aunque estaba “nominado”, confiesa que no esperaba tal distinción. Implica que es uno de los mejores activos de una de las aseguradoras de referencia a nivel nacional. Frente a colosos de las capitales, se destaca su gestión en un pueblo como Rute, “cuyo casco urbano apenas llega a ocho mil habitantes y donde hay dos oficinas de Mapfre”. No obstante, entiende que se reconoce al “equipo” que conforman él y sus dos gestoras de clientes, Marina Sánchez y María José Delgado. Para ello, ha habido que cumplir unos objetivos que pasan por la captación de clientes, la capacidad para fidelizarlos y “el BAI o Beneficio Antes de Impuestos” es decir, los ingresos que se aportan menos los costes por siniestralidad.

Por encima de esos parámetros cuantificables, cree que el vendedor de seguros ha de contar ante todo con un buen equipo y una marca “que ayude a vender”. Él parte con esas dos premisas. A ello se suma la profesionalidad y la seriedad, y el conocimiento de un mundo “muy complejo y cambiante”, donde hay que reciclarse. Además, tiene que gustar, porque no oculta que hay momentos más desagradables, cuando toca ser “mediador” entre compañía y cliente”.

En su caso, llegó al mundillo un poco por casualidad. Esta cartera de Rute la tenía su mujer, Encarni, “heredada” de su padre, Braulio Roldán. Así hizo “los primeros pinitos”. De eso hace casi 25 años. Desde entonces, su constancia le ha permitido “estar siempre en la pomada”. Ahora este reconocimiento supone un reto para no bajar el nivel y seguir exigiéndose el máximo, para él mismo, su equipo y sus clientes.

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