El torneo deparó dos finales muy distintas: en la femenina, María Maldonado remontó el set inicial de Desirée Luque, mientras que en chicos Álvaro Alcázar no dio opción a Javier Ladrón de Guevara
El mes de octubre trae a Rute dos citas con el tenis de cantera de primer nivel, tanto autonómico como provincial. Tras unos años de ausencia por las obras de remodelación y ampliación de las pistas, ha vuelto nuestro pueblo el Campeonato Andaluz Sub-15. Por las instalaciones del Club Tenis Rute han pasado más de sesenta jugadores, entre chicos y chicas, desde la tarde del jueves 11 hasta las finales del domingo 14. Este torneo tan emblemático y tan asociado al club ha regresado con tenis de máxima calidad y para todos los gustos: con partidos disputadísimos, también con otros de tanteo abultado y resolución rápida, y para que no faltara de nada, con el factor sorpresa en alguna eliminatoria.
Y es que de sorpresa, y casi campanada, se puede calificar el hecho de que María Maldonado se haya proclamado campeona femenina. No es que la almeriense no lo haya merecido. Al contrario, su principal mérito ha sido que no venía como cabeza de serie. Por tanto, desde primera hora ha tenido que medirse a rivales teóricamente superiores y a todas se ha ido imponiendo. Cierto es que en su lado del cuadro faltaba por lesión la única ausencia destacada del torneo, Paula del Cueto, cabeza de serie número 1. Pero eso no resta brillantez al papel de Maldonado, desde el debut hasta la final, donde Desirée Luque, cabeza de serie número 2, no se lo puso ni mucho menos fácil durante las casi dos horas y media que se prolongó el encuentro. De hecho, la sevillana se adjudicó el primer set, por 3-6.
Maldonado supo reponerse del varapalo y comenzó a jugar cada vez con más seguridad en sus golpes. De esta forma, se llevó la segunda manga, todavía por un apurado 6-4. En el tercer y definitivo set, la jienense remató la faena. Pese al 6-1 de esta manga, hubo más alternativas en el juego de lo que dice ese marcador. Por tanto, en esta final femenina se repitió la tónica de igualdad de las semifinales. Aunque ninguna de ellas precisó de un último set, tanto Desirée como María se impusieron a Susana García y María Carrión con unos respectivos tanteos bastante disputados: un doble 6-4 para Luque, y 6-4 y 7-6 para Maldonado. Ganadora y subcampeona coincidieron en que la final se había decantado del lado de quien había cometido menos errores.
Si la igualdad presidió la final femenina, con los chicos ocurrió justo lo contrario. El jienense Álvaro Alcázar, cuarto cabeza de serie, no dio la más mínima opción al número 2, el sevillano Javier Ladrón de Guevara. Un marcador incontestable, 6-0 y 6-1, resuelto en apenas una hora habla a las claras de que no hubo color. Javier reconoció que el cansancio le había pesado y no había podido desplegar su juego en ningún momento. Aun guardando el plazo reglamentario de dos horas entre un partido y otro, tras cuatro días intensos, el sevillano admitió que las fuerzas le habían llegado hasta las semifinales, que se habían disputado el mismo domingo por la mañana.
Para muchos, la final anticipada había sido un rato antes, en la semifinal donde Álvaro derrotó al número 1, Juan Pablo Cañas, por 7-5 y 6-1. Paralelamente, Javier se había impuesto a José Núñez por un doble 6-4. Así pues, a diferencia de las chicas, el campeonato masculino se decidió entre los cuatro mejor clasificados del ranking. El propio Álvaro confesaba que la final no había sido el partido más difícil. Eso no significa que no hubiera visto un gran nivel durante el resto del torneo. Con todo, en el choque definitivo había procurado jugar “a tope, sin dar opciones porque se puede remontar en cualquier momento”.
Tras la entrega de trofeos, llegó la hora de las valoraciones. De los jugadores, cabe destacar sus elogios a las instalaciones. En este sentido, el alcalde Antonio Ruiz confirmó que ese reconocimiento se suma al esfuerzo por promocionar la marca Rute. Además, como aficionado confeso al tenis, Ruiz insistió en la idea de aprovechar dichas instalaciones. Ruiz recordó que generaciones como la suya tuvieron que conformarse con unas pistas que ni mucho menos estaban tan bien acondicionadas, como eran las del antiguo instituto. De ahí que subraye la conveniencia de apostar por ese puente que se ha tendido entre Ayuntamiento y club para desarrollar iniciativas conjuntas para los más jóvenes, como pueden ser unas escuelas deportivas “abiertas a todo el mundo”.
En la parte organizativa, Francisco Agudo, presidente de la delegación cordobesa de la Federación Andaluza, resaltaba que es importante para el espectáculo que haya un “factor sorpresa”. Según dijo, “suele ocurrir” que lleguen a lo más alto chicos o chicas con mucha calidad, pero que, por alguna razón, hasta ese momento tenían pocos puntos en el ranking. Por su parte, Antonio Rabasco, presidente del Club Tenis Rute, se mostraba más que satisfecho de haber logrado cuadrar los horarios. No ha sido fácil, desde luego, con tanto partido y comenzando a jugar el jueves por la tarde y que el domingo a mediodía estuvieran las finales terminadas. Para ello hace falta estudiar muy bien esos horarios “y tener un poquito de suerte, porque un partido de tenis sabes cuándo empieza, pero no cuándo acaba”. Tiene, pues, la satisfacción del trabajo bien hecho, pero casi no va a poder disfrutarla. Para el fin de semana siguiente ya espera, también en Rute, el Campeonato Provincial Benjamín.
