Los vecinos denuncian el estado de dejadez y el vandalismo de las urbanizaciones de Pontanilla Vaquerizas y el PPR-8 de Rute

  • A través de la asociación que representan han entregado varios escritos al Ayuntamiento y afirman que sus demandas aún no han sido atendidas

No es la primera vez que los vecinos de la urbanización que se encuentra junto a la salida de Rute a Encinas Reales denuncian el estado de dejadez, deterioro  y el vandalismo que presenta dicha zona. En concreto la treintena de familias que viven en las zonas conocidas como Cerro de la Higuera, Pontanilla Vaquerizas o PPR-8 forman parte de la asociación vecinal que ha denunciado estos hechos. En representación de la asociación, su presidente Antonio Ortega, afirma que el estado general “de abandono” de la zona por parte del Ayuntamiento “es absoluto”.

  • Tras presentar varios escritos, el último lo entregaron el viernes 11 solicitando ser atendidos por el alcalde

En dichas urbanizaciones encontramos muros derruidos, calzada y calles con grietas, rotondas deterioradas, zonas verdes dejadas, parques infantiles inacabados o zonas de recreo y uso deportivo absolutamente deterioradas. Antonio Ortega ha informado de que se han presentado varios escritos al Ayuntamiento de Rute y que sus demandas no han sido atendidas. De hecho, el pasado jueves 10 de enero tenían prevista una cita con el alcalde Antonio Ruiz. Tras hora y media de espera, quedó suspendida.

El portavoz vecinal ha recordado que en uno de los escritos, el presentado en febrero de 2016 por otro vecino, Juan José Caballero, solicitó que el Ayuntamiento mediase para que los vecinos pusieran vallado, pivotes o cadenas a sus fincas. También pedían que se prohibiese el tránsito por la urbanización  de vehículos agrícolas y su paso para acceder a fincas rústicas adyacentes. El propio Ayuntamiento, mediante escrito de 22 de febrero, se comprometió a instar a los vecinos para que pusiesen dichos vallados y a sancionar a los vehículos agrícolas que hiciesen uso de dichas vías. Sin embargo, Ortega asegura que a día de hoy “no se ha hecho absolutamente nada”.

Con posterioridad, el 2 julio del pasado año, presentaron otro escrito volviendo a solicitar dichos vallados. Asimismo, se hacían eco del estado de las calles y aceras, y del alcantarillado. También se quejan de los destrozos del PPR-8, del elevado volumen de la música que se permite y de la cantidad de basura acumulada. Otro de los vecinos, Adrián Pérez, constata este hecho. Según manifiesta, el nivel de limpieza “es deplorable”. Además, denuncia que en la zona “se permiten botellones. Este vecino lamenta el abandono de una urbanización que fue recepcionada por el Ayuntamiento “en perfecto estado” hace tan sólo cuatro años.

Por su parte, Eduardo Ramírez se queja incluso de actuaciones más recientes, con zonas de jardines dejadas, a lo que se suman compactados que se han echado y ya están rajados. Por todo ello, el pasado viernes 11 la asociación volvió a presentar otro escrito  y han pedido ser atendidos expresamente por el alcalde. Según Ortega, los vecinos están ya muy cansados de esta situación.

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