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Cada vez son más las personas que apuestan por la adquisición de productos y servicios a través del comercio electrónico
En los tiempos que corren, hacer compras por internet se ha convertido en una tarea más de la vida cotidiana. La venta online de productos y servicios se ha incrementado en los últimos años, pues cada vez son más las personas que apuestan por el consumo electrónico. Además, a esta realidad hay que sumarle la situación originada por la pandemia. A lo largo de estos meses se ha producido el cierre de comercios en muchos municipios, restricciones de movilidad o incluso existe el miedo de acudir a tiendas físicas.
- A la hora de hacer cualquier compra online es imprescindible seguir una serie de pautas
Es cierto que el comercio electrónico posee muchas ventajas. Los consumidores pueden adquirir diferentes productos y servicios en cualquier lugar y momento del día (a través del móvil, tablet u ordenador), comparar precios en distintas páginas y recibir el envío en el propio domicilio sin necesidad de salir. Pero no todo son beneficios, puesto que también existen los timos y estafas. Por ello, es importante seguir una serie de pautas. Begoña Revuelto, responsable del Punto de Información al Consumidor, destaca que a la hora de hacer dichas compras es recomendable tener una “tarjeta monedero recargable”, conocer y recabar información de las páginas o app, y fijarse bien en los “términos y condiciones”.
Asimismo, los principales problemas que pueden manifestarse cuando los compradores adquieren artículos por internet son el de recibir un producto diferente al que han comprado o que esté defectuoso, que no llegue el pedido o la imposibilidad de hacer una devolución o reembolso. En el caso de experimentar alguna de estas situaciones, los usuarios deben ponerse en contacto con el servicio de atención al cliente de la empresa o asistir al PIC, quienes tramitarán la reclamación a la entidad en la que se ha hecho la compra.
Otro de los fraudes online que está muy presente en nuestro día a día es el phishing. Se trata de una técnica utilizada por los ciberdelincuentes para obtener información confidencial y datos personales. Llegan hasta nosotros a través de correos electrónicos o mensajes de texto que incluyen un enlace. Al hacer clic, los piratas informáticos pueden acceder a toda nuestra documentación. Normalmente, estos emails suelen suplantar a colectivos, empresas importantes o entidades bancarias. Revuelto recalca que hay que borrar estos mensajes “y nunca entrar en ellos”. Además, como consejo, señala que debemos tener “sentido común y prevención”, y desconfiar de “cualquier chollo o producto extraño”.