Los grupos políticos hacen balance de un año marcado por el coronavirus

  • Los socios de gobierno defienden que en plena pandemia se ha apoyado a los más desfavorecidos, mientras que la oposición apuesta por la lealtad institucional en un año de adaptación

El balance de los representantes públicos fue uno de los contenidos del especial de fin de año de Radio Rute

 Balance del año PSOE

Balance del año PP

 Balance del año IU

Como es habitual en el cambio de año, los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento han hecho balance de los últimos doce meses en Rute. En todos los casos ha estado muy presente el coronavirus. Por parte del equipo de Gobierno, en las filas socialistas han hablado el alcalde Antonio Ruiz y el teniente de alcalde Javier Ramírez. Ruiz ha subrayado que el año ha venido marcado por la pandemia. Según ha recordado, desde un primer momento se empezó con las desinfecciones en las calles de Rute y en la residencia, que se convirtió en uno de los focos de contagio de la primera ola. Fueron, ha dicho, unos momentos “dramáticos y muy duros”.

  • Todos son conscientes en que los proyectos previstos pasaban a segundo plano para socorrer la crisis sanitaria y económica

Tras los meses de confinamiento, el Ayuntamiento centró su gestión en las ayudas a través del Plan Rute Supera para distintos sectores o colectivos más vulnerables. Antes del verano se otorgaron ayudas a autónomos y pequeños comercios. Terminado el período estival, el apoyo se destinó al ámbito de la Educación, con el reparto de tablets a los colegios y los incentivos económicos a la hostelería. Sin duda, la pandemia ha condicionado la gestión municipal. Los responsables del Gobierno local aseguran que durante meses muchos proyectos se vieron totalmente paralizados y no se han podido sacar adelante.

El alcalde se ha referido a los dos más significativos. Uno es el de la ampliación del polígono de La Salina, “que estaba en fase de adjudicación”. A raíz del confinamiento, hubo que frenar el proceso. Finalmente, se ha podido retomar. Ya se está redactando y espera que a lo largo de enero esté listo. Después quedaría “la reparcelación y la ejecución de las obras”. La otra iniciativa que hubo que paralizar fue el pliego de condiciones para la adjudicación de la limpieza viaria y los jardines. También se ha retomado y asegura que en breve estará adjudicado. Aun así, se han ejecutado o están a punto de concluir un número importante de actuaciones. Es el caso de la remodelación de la plaza de la Vera Cruz o el Llano, o las obras del Pabellón Gregorio Piedra, las pistas de pádel u otros trabajos en el complejo de la piscina municipal. En las aldeas, se ha acometido la muralla del Nacimiento y el parque infantil de Zambra, y está previsto el acerado que une Las Piedra y Palomares.

Por tanto, la prioridad del equipo de la gestión municipal ha sido todo cuanto ha tenido que ver con la situación sanitaria y económica generada por el coronavirus. Sin embargo, Javier Ramírez afirma que no se ha dejado de trabajar para sacar adelante los proyectos previstos y ha adelantado algunas de las iniciativas para el recién estrenado año. Entre ellas, está la supresión de barreras arquitectónicas de la calle Cabra. También se quiere invertir en el complejo deportivo “y dejarlo prácticamente terminado”. Otras actuaciones pendientes son la segunda fase de consolidación del Canuto o el siguiente tramo de la calle Del Pilar.

Por su parte, los representantes del Partido Popular Carmen María Arcos y Andrés García aseguran que, como para el resto de la sociedad, ha sido un año “de adaptación”. Según apunta Arcos, ha sido el año que más se ha usado el móvil. Pese a la distancia física, como grupo se han sentido unidos y han podido trabajar bien. En relación a la gestión municipal, Andrés García cree ha tenido “sus claros y oscuros”. Para empezar, recuerda que la comisión Covid se constituyó “a prisa y corriendo”. Desde marzo, tan sólo se ha reunido “tres o cuatro veces”. La última, de forma extraordinaria, fue hace unas semanas. Según García, es un bagaje “muy pobre”, ya que en otros pueblos este tipo de comisiones “se han reunido casi semanalmente”.

Respecto a las ayudas, han llegado de distintas administraciones. En este sentido, considera que es el momento de la lealtad institucional “y no de andar tirando piedras”. Para el edil, cuando todo esto acabe habrá tiempo para hacer balance y exigir responsabilidades. A nivel local, lamenta que desde marzo no haya habido plenos presenciales. Entiende que se podría hacer en el propio salón de plenos o en recintos más amplios como el Edificio Alcalde Leoncio Rodríguez. Cree que ello enriquecería el debate. Igual opina su compañera. Sabe que ha habido momentos en que no convenía celebrar esos plenos presenciales. Sin embargo, ha habido otros en que la situación “mejoró significativamente” y considera que deberían haberse celebrado, con las medidas de seguridad oportunas.

Para los populares ha sido un año de adaptaciones y quizá también de afrontar nuevas etapas. Hace unos meses, el portavoz David Ruiz, tras sufrir una enfermedad, se retiró unas semanas de la política. Ahora está totalmente recuperado. No obstante, no se descartan cambios futuros. La decisión, afirman sus compañeros, la tomará él. No olvidan que con David Ruiz a la cabeza el Partido Popular ha obtenido los mejores resultados a nivel local. Por tanto, será él quien “marque los ritmos” y decida si vuelve a pleno rendimiento o propicia el relevo. Según Arcos, al ser seis concejales, pueden repartirse el trabajo.

Finalmente, la representante de IU, Ana Lazo, que cogobierna con el PSOE, ha recordado algunos de los actos y actividades de éxito celebrados antes de la pandemia y que ahora parece que quedan muy lejos. Fue el caso de la entrega de los Premios Villa de Rute, celebrada el Día de Andalucía, el Carnaval o la visita de la pediatra Lucía Galán. Sin embargo, la concejala ha dicho que a lo largo de este 2020 tan atípico “lo que ha primado ha sido la solidaridad”. Además, ha destacado que ante esta situación desde el Ayuntamiento se trabajó en el Plan Rute Supera. Fue aprobado en el primer pleno telemático de la historia del Consistorio y contó con un presupuesto de medio millón de euros. Cree que en esas circunstancias el resto de proyectos “pasó a un segundo plano” y había que estar “al lado de quienes no podían pagar la luz ni el agua”.

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