Antonio José Muñoz (a la derecha) destaca que el triunfo ante Baena marcó un punto de inflexión para su equipo
Rute sigue cosechando éxitos en el tenis de mesa. En esta ocasión, han llegado por partida doble. Los dos equipos de la localidad que juegan en competición andaluza se han proclamado campeones de liga en sus respectivas categorías. En el caso del Club Tenis de Mesa Rute, que lo han logrado en la Superdivisión, estamos ante los pioneros de este deporte en nuestro pueblo. Arrancaron en competición federada en los albores de la democracia y a lo largo de más de tres décadas se han convertido en un referente del tenis de mesa andaluz. Esta temporada el equipo base ha estado formado por Antonio Espejo, Francisco Campillos y Pascual Rovira. Han competido en el grupo de Málaga y han terminado la segunda vuelta invictos. Esto, unido a la derrota de Archidona en la última jornada, les ha permitido alzarse con el campeonato. Aunque ambos clubes han terminado empatados a puntos, el marcador particular entre ellos ha dado el título a los ruteños. Según Pascual Rovira, aspiraban a estar entre los tres primeros de la tabla. Los ruteños sólo han cedido dos derrotas, ambas en la primera vuelta, frente a Archidona y Cártama. Pero se impusieron a ambos en la segunda ronda.
Más grata aún ha sido la sorpresa del Club El Canuto. Con el nombre comercial de Aldecort Tenis de Mesa, el equipo formado por Antonio José Muñoz, Manuel García y Juan Gómez debutaban este año en competición. Lo han hecho en la División de Honor Andaluza, y ese debut no ha podido ser mejor. Pleno de victorias en liga, 18 en 18 partidos disputados. Los ruteños se proclaman, por tanto, campeones con la vitola añadida de invictos. Del total de cien equipos que conforman los diez grupos de esta categoría, son los únicos que pueden presumir de este logro. A esto se añade ese otro aspecto de no haber jugado antes en competición oficial.
Antonio José Muñoz, considerado por sus propios compañeros como la revelación de la temporada, ha señalado que la experiencia previa de los tres jugadores se limitaba a algunos torneos locales no oficiales en los que habían participado años atrás. En principio, se veían un poco en tierra de nadie. No pertenecen a la generación de Espejo, Rovira o Campillos, mientras que las hermanas Henares y Lydia Arcos son una generación de futuro. Esto, en palabras de Muñoz, se notaba a la hora de no encontrar gente de su edad “con nivel para entrenar”. De hecho, en el tramo final de la temporada ambos clubes sí han llegado a intercambiar jugadores para los entrenamientos.
En cuanto a la competición, confiesa que al comienzo del campeonato se conformaban con “no hacer el ridículo”. Sin embargo, empezaron a encadenar victorias. Fue a raíz de ganar a Baena, invicto también hasta este momento, cuando se plantearon que tenían opciones serias de ascenso. Ese encuentro marcó, en palabras de Muñoz, “un punto de inflexión y un cambio de hábitos en los entrenamientos”. A partir de entonces, ellos mismos notaron “la presión de ser favoritos”. Incluso los demás los veían como los rivales a batir, hasta el punto de que clubes que tienen equipos en categorías superiores cedían algún jugador para los partidos contra el equipo de Rute. No les valió. Aldecort ha coronado una temporada única.
