Tres de los cinco ruteños que acudieron a Alcaudete regresaron con medalla
Durante el primer fin de semana de mayo se ha disputado en Alcaudete el II Trofeo Sierra Sur de descenso de mountain-bike. La carrera se desarrolló en la sierra de los Ahillos, en el término municipal de esta localidad jienense. La prueba inauguraba la temporada y ha contado con la presencia de más de un centenar de participantes, venidos de todo el país y algunos portugueses. Entre ellos, ha habido cinco corredores de Rute. Y pudo haberse sumado otro si José Vargas no hubiera roto su bicicleta poco antes de esta cita. Todos forman parte de esta generación de jóvenes corredores que, más allá de nuestro pueblo, está sorprendiendo a propios y extraños. En Alcaudete han revalidado su brillante trayectoria.
Cuatro de los cinco ruteños han estado entre los primeros de sus respectivas categorías. Dos incluso han subido a lo más alto del podio. Han sido los casos de Daniel Caballero, en Infantil, y Francisco Luis Molina, en Cadete. A esos primeros puestos hay que añadir el tercero de Francisco Javier Cansinos en Infantil y el quinto de Juan Antonio Moscoso en sub-23. Tan sólo hubo que lamentar el abandono de Álvaro Rodríguez, en Infantil, tras un golpe en la primera manga clasificatoria.
El circuito, con una longitud de 1700 metros y un desnivel de 280 alterna zonas de dificultad técnica, física y otras muy rápidas. A la complejidad del trazado se unió la incidencia de la meteorología, dado que la lluvia del fin de semana embarró la sierra. Según apunta Francisco Luis Molina, tras los entrenamientos del sábado, en las mangas cronometradas del domingo aumentó la dificultad. El barro comenzó a secarse “y se volvió más pegajoso”. Los ruteños no disponen además de medios para costearse distintos tipos de neumáticos especializados.
Finalmente, los ruteños han vuelto a subir al podio. De momento. Porque, según ha explicado Francisco Caballero, padre de Daniel, desde la Federación les han dado “un ultimátum”. Por cuestiones presupuestarias, los ruteños no cuentan con patrocinadores ni equipaciones oficiales. Y una cuestión aparentemente anecdótica como ésta se vuelve un requisito indispensable para la Federación. Es lo que se deduce tras ese ultimátum. Si a la próxima prueba, en Motril, no patrocinados, podrán correr, pero en caso de ganar “no podrán subir a recoger los premios”. Para Francisco Luis Molina, es “más una cuestión estética que de seguridad” que impone la Federación, y que por supuesto nada tiene que ver con los méritos de cada corredor.
Francisco Caballero vería “lógico”, por duro que resultara, que directamente no los dejasen participar. Ni siquiera entiende el tema estético, porque, tras la carrera de Alcaudete, los muchachos “se quitaron el barro y subieron con unos vaqueros y una camiseta”. La de los ruteños es una situación insólita. Están en primer plano allá por donde van, pero son de los pocos que no gozan de ningún patrocinio. En su opinión, sería “una triste guasa” que en la siguiente carrera volvieran a tener una actuación destacada “y le digan bájate de ahí, que no te damos premio porque no tienes patrocinador, se lo vamos a dar al que ha quedado por detrás”. De llegar a darse este extremo, es probable que la que quedara en evidencia fuera la propia Federación.
