Los asistentes a la cata de vino impartida por Pilar Ramírez pudieron distinguir entre varios vinos andaluces

  • Los vinos escogidos forman parte de la variedad Pedro Ximénez que es la principal de la variedad Montilla- Moriles, la segunda más importante, en superficie, de Andalucía. 

Los asistentes a la cata de vino, que se ha organizado dentro de las jornadas Gastro Rute, han tenido la oportunidad de conocer la situación de sector vitivinícola, a nivel nacional, y en especial dentro del ámbito andaluz. La Técnica Coordinadora del Instituto de Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (Ifapa) de Cabra e ingeniera agrónoma, Pilar Ramírez, fue la encargada de la ponencia previa a la cata que dirigió. Esta actividad lúdica y divulgativa tuvo lugar el pasado viernes, 6 de junio, en el Patio de Aurora Sánchez. Pilar Ramírez asegura que “el sector está experimentando una transformación muy importante”.

La competencia, bien por la pérdida de terrenos en favor de otros cultivos; o bien, por la entrada de vinos de otros países, apunta Ramírez, está provocando que se apueste por la calidad y la innovación. No obstante, la ingeniera recuerda que Andalucía cuenta con siete Denominación de Origen de Vino Protegidas y dieciséis indicaciones geográficas protegidas. Además, los gustos cambian, y los bodegueros tienen que adaptarse a esas nuevas demandas. En concreto, apunta Ramírez, las preferencias de los nuevos consumidores se inclinan por los vinos blancos. En este sentido, la técnica del Ipafa, afirma que nuestra región debe aprovechar esas preferencias porque el 80% de las variedades de Andalucía son de vinos blancos.

La ponencia y la cata giro, fundamentalmente, en torno a los vinos andaluces incluyendo algunos de los más tradicionales. No obstante, también se habló y se degustaron otros vinos que son fruto de la investigación y la innovación que determinadas bodegas han llevado a cabo con la colaboración del Ifapa. Fue el caso del segundo vino que cataron los asistentes. Un vino espumoso de la variedad Pedro Ximénez que es la principal variedad de la zona de Montilla- Moriles y la segunda más importante, en superficie, de Andalucía.

Este vino espumoso surgió en 2013, tras los estudios e investigaciones del Ifapa, y el posterior convenio llevado cabo con bodegas Robles. Se trata de un proyecto de innovación que ha concluido con un vino que se está distribuyendo y comercializando. El primer vino que probaron fue un vino blanco joven y ecológico, también de la misma variedad, perteneciente a bodegas Doblas. También los asistentes degustaron vinos de tinaja de la sierra de Montilla, un fino y otro “amontillado”, dijo Ramírez. Fueron todos vinos de gran calidad y algunos de ellos muy premiados.

De esta forma, los asistentes pudieron apreciar las características de estos vinos y ser conscientes de cómo influyen el sentido de la vista, el olfato, el gusto y el tacto en boca, a la hora de valorar esos vinos. El acto contó con la presencia y participación del teniente de alcalde, Rafael García, y varios miembros del equipo de Gobierno municipal, Ana Cobos, Dolores Ortega, Francisco Fernández y Manuel Luque. Para Rafael García, con este tipo de iniciativa se contribuye con el turismo gastronómico y es una forma de apostar por nuestros productos y poner en valor nuestra tierra.

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