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Una original exposición de bonsáis muestra ejemplares de árboles cultivados con esta técnica de origen oriental
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El ruteño afincado en Córdoba José Tomás Campos lleva más de treinta años dedicado a esta afición
Durante cuatro días, del 3 al 6 de noviembre, y en horario de mañana y tarde, la sala de exposiciones del Edificio de Usos Múltiples se ha desligado de su contenido más característico. La muestra que ha venido para estas fechas no tiene nada que ver con las habituales de pintura. En esta ocasión, se trata de una exposición bonsáis, con cerca de treinta especies. En palabras concejal de Medioambiente, José Macías, la sala se ha convertido en “un bosque en miniatura”. En su opinión, la belleza de los ejemplares es capaz de “encandilar” a cualquiera. Como apasionado del medioambiente y como profesor de Biología, se ha mostrado entusiasmado y asegura que incluso relaja deleitarse en su contemplación.
- Para el último día de la exposición se ha programado un taller para enseñar a cultivar un bonsái de olivo
- José Tomás Campos trabaja en el Jardín Botánico de Córdoba, aunque ha desarrollado esta afición a título particular
Es parte de la obra de José Tomás Campos, nacido “y criado” en Rute, pero afincado en Córdoba desde 1982. Allí trabaja en el Jardín Botánico, aunque ha desarrollado a título particular la afición por esta técnica de origen oriental. No sólo la cultiva sino que para el último día, el domingo por la mañana, ha reservado un taller para enseñar a crear un bonsái con un olivo. Los participantes pueden iniciarse así en esta disciplina, si bien cada ejemplar requiere de una técnica distinta. En general, se puede partir de una planta ya criada, “en vivero o jardín”, o bien usar semillas y cada uno le da forma a su gusto.
El recién empezado otoño es, con la primavera, la estación ideal. Con todo, al tener cada ejemplar su propio “micro-hábitat”, Campos ha señalado que se puede cultivar cualquier especie, aunque no sea autóctona de la tierra. El único consejo es que en verano se les reserve “un sitio más fresco”. Respecto a lo cara que pueda resultar esta afición, matiza que es más una cuestión de tiempo que de dinero. Reconoce que es una tarea un tanto “laboriosa”. Además, no es algo que se acaba por ser “una obra viva”, que vive como la especie de la que procede.
