Las últimas lluvias apenas permiten recuperar los niveles del Pantano

  • Ahora mismo se encuentra al 26,77% de su capacidad, menos de la mitad del volumen que viene presentando en estas fechas durante los últimos diez años

Imagen del Pantano bajo la calima de los últimos días (Foto: Jesús Sánchez Arrebola)

La borrasca Celia ha dejado en buena parte del país un episodio de calima, con una masa de polvo sahariano, y unas precipitaciones que apenas permiten paliar la sequía que se acusa desde hace meses. Ha sido al menos uno de los poquísimos episodios con varios días continuados de lluvias en el actual año agrícola. Gracias a ello, marzo suma en Rute 117,9 litros. Especialmente notable fue la aportación del día 14, el más lluvioso de la temporada. En 24 horas cayeron 40,6 litros. El agua de esta primera quincena ha posibilitado atenuar algo un déficit hídrico evidente. El balance del año agrícola se sitúa en 313,5 litros en estos momentos.

Es un agua bienvenida en cualquier caso para el campo y quienes lo cultivan. Pero a duras penas permite recuperar los raquíticos niveles que presenta desde hace algún tiempo el Pantano de Iznájar. El embalse más grande de Andalucía ha llegado a albergar sólo una quinta parte de los 981 hectómetros cúbicos que puede almacenar. Según los datos aportados por el portal embalses.net, con las últimas precipitaciones acumula 262,67 hectómetros, un 26,77% de su volumen.

Aún dista bastante de los 364 que acumulaba hace justo un año (37,10%). Sin embargo, ya entonces se notaban los efectos de este ciclo de sequía. No en vano, el ejercicio 2020-2021 terminó con un balance de 552,9 litros de lluvia, inferior a la media de las tres últimas décadas en Rute, que está en 616,69 litros. Más preocupante si cabe resulta la comparativa a un decenio vista. La media de ocupación en los últimos diez años a estas alturas es de 640 hectómetros cúbicos, un 65,32% de su capacidad. Por tanto, no llega ni a la mitad de lo que debería ser “normal” en esta época.

Hidroeléctrica reversible

En el entorno del Pantano, según informa ABC, la empresa Magtel ha presentado al Ministerio de Transición Ecológica los trabajos para convertir el embalse en una hidroeléctrica reversible. Si las centrales tradicionales aprovechan la fuerza del agua, este sistema se asemejaría más al circuito cerrado de una fuente. Para ello se necesita otro pantano próximo. Como no es el caso, el proyecto de Magtel consiste en construir en Iznájar un vaso superior, similar a una balsa de riego, de 7 hectómetros cúbicos. No obstante, antes sería preciso mejorar los niveles de agua. La empresa estima una inversión cercana a los cien millones de euros para acometer esta idea.

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