Las familias con personas dependientes podrán hacer reformas para adaptar sus hogares

  • La Diputación reabre el Programa de Adaptación Funcional de Viviendas con dos líneas de ayudas

  • La primera línea está destinada a obras en la vivienda y la segunda a la adquisición de material y equipamiento

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Antonio Ruiz y Felisa Cañete presentaron el programa en una reunión informativa con los solicitantes

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El pasado 11 de mayo se abría el plazo para acogerse a una nueva convocatoria del Programa de Adaptación Funcional. Se trata de una línea de ayudas que lanza la Diputación de Córdoba para familias con personas dependientes. Gracias a ellas, pueden hacer reformas y adaptaciones en el hogar. Se ponen en marcha a través del Instituto Provincial de Bienestar Social, dependiente de la propia Diputación. De darlas a conocer en Rute se han encargado el alcalde y presidente de la institución, Antonio Ruiz, y la vicepresidenta primera y delegada de Bienestar Social, Felisa Cañete. Según Ruiz, el programa está concebido básicamente para dependientes mayores de 65, con objeto de que puedan “tener autonomía personal el mayor tiempo posible”. A su vez, matizó, complementa las ayudas que ofrece la Junta. Como ejemplos prácticos, citó los posibles casos en que se necesita “adaptar un lavabo o cambiar la bañera por un plato de ducha”. Son siempre “pequeñas obras” que llegan hasta los 1700 euros. El programa contempla otra línea, hasta 1300 euros, para instalar elementos que faciliten la movilidad.

  • Según Antonio Ruiz, las ayudas permiten que estas personas “tengan autonomía en su propia casa”
  • Una comisión baremará los ingresos económicos y la situación familiar de la persona dependiente

La cuantía total con que está dotado el programa asciende a seiscientos mil euros. A través de los responsables locales de Servicios Sociales se citó en este primer encuentro a las personas que ya habían solicitado acogerse a estas ayudas. Pero aparte de este encuentro informativo, el plazo está abierto durante treinta días naturales a raíz de hacerse pública la convocatoria. En ese tiempo cualquier persona que cumpla con el perfil puede beneficiarse también. Ya hay una veintena de familias inscritas en Rute, pero Ruiz confía en que sean más. Para el regidor ruteño y presidente de la institución provincial, son ayudas “muy importantes”, pues permiten que estas personas “tengan autonomía en su propia casa”.

Por su parte, Felisa Cañete puntualizó que esta convocatoria se centra en los municipios cordobeses menores de veinte mil habitantes. Así, las personas beneficiarias han de ser discapacitadas o dependientes mayores de 65 años que residan en estos municipios. Otro aspecto que subrayó es que para la primera línea, la de obras, el inmueble donde se lleven a cabo ha de ser primera vivienda o residencia habitual. Es decir, no serían válidos aquellos casos de segunda vivienda “o residencia temporal, para personas que se van turnando con distintos familiares”. Tanto en esta línea como en la de material y equipamiento, terminado el plazo, se evaluarán las solicitudes. De ello se ocupará “una comisión” que baremará los ingresos económicos y la situación familiar, desde el grado de discapacidad a si la persona vive sola, por ejemplo.

Como novedad, Cañete ha destacado un cambio sustancial. En anteriores convocatorias, de la segunda línea, que contempla ayudas para equipamientos como camas articuladas, sillones o grúas elevadoras, sólo se podía beneficiar un miembro de cada unidad familiar. Sin embargo, a partir de ahora si en una misma vivienda hay dos personas en situación de dependencia, las dos podrán acogerse a las ayudas, “no es incompatible”. La vicepresidenta provincial ha reiterado las dos cuantías máximas que cubre cada línea. La idea, ha dicho, es atender el mayor número de demandas. Reconoce que el año pasado se vieron “desbordados” con setecientas solicitudes, pero confía en que en el próximo ejercicio la partida pueda incrementarse.

El programa no sólo está muy bien valorado a nivel de Diputación sino por los propios beneficiarios. De hecho, la diputada de Bienestar Social adelantó que ya está lista otra línea similar de ayudas del IPBS, que en breves fechas también se darán a conocer en Rute. Cañete cree que esa valoración positiva responde a “la gran evolución” que ha experimentado la ayuda a domicilio “y el cuidado de las personas en su entorno familiar”. Esa evolución encaja con la filosofía del programa, “que es que las personas con dependencia permanezcan el mayor tiempo posible en su vivienda”.

Según apuntó, una vez que se reúna la comisión hay un plazo de seis meses para ejecutar la primera línea “desde que se recibe la resolución o se ingresa el dinero”. En el caso de la segunda línea, el plazo es de tres meses. Como recordó, este programa recoge el testigo de una línea de ayudas que puso en marcha la Consejería de Obras Públicas en 2003. A partir de 2013 lo asumió la Diputación, “pero sólo salieron dos ediciones”. Las ayudas correspondientes a ese año se concedieron al siguiente, y las de 2015 en el segundo trimestre de ese año, “con la nueva Corporación”. Lo que se pretende es “dar agilidad” por esa idea de que es un programa “muy beneficioso” y porque “contribuye al empleo local” en los propios municipios donde se implanta.

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