Las Escuelas de Padres de Rute cumplen 25 años

  • En este cuarto de siglo se ha ampliado el público destinatario y se ha renovado el formato, pero el temario y las inquietudes de los progenitores son similares

Presentación Escuela de Padres 2020

Vuelven a ponerse en marcha en Rute las Escuelas de Madres y Padres. Cuentan con el patrocinio del Ayuntamiento y el Instituto Provincial de Bienestar Social. Gracias a ello, según explica la concejala de Educación, Sandra González, en esta ocasión serán de carácter gratuito. Eso sí, la idea es que no haya más de veinte personas por sesión. Las escuelas cumplen 25 años y, como subraya el técnico de Servicios Sociales, Juan Antonio Merchante, se complementan con una oferta educativa para los menores. Son talleres de técnicas de estudio dirigidos a escolares de quinto y sexto de Primaria.

  • Aunque haya contenidos recurrentes, las necesidades como educadores varían en función de la edad de los hijos

Merchante también ha recordado que en los casos de padres y madres de menores de tres años hay un servicio adicional de guardería. Y es que desde hace unas ediciones la oferta ya clásica se ha incrementado con las sesiones que se imparten en las guarderías de Rute, Bambi y Arcoíris. Otro tanto se hace en la Escuela Hogar. Como en todas las ediciones anteriores, las escuelas serán impartidas por el psicólogo clínico Francisco López. Conceptos y valores como felicidad, autoestima, igualdad o responsabilidad vuelven a ser algunos de los contenidos que se aborden en las sesiones previstas.

Distingue que en el caso del grupo de iniciación se insistiría más en el “qué”. En cambio, en el de perfeccionamiento se profundizaría más en el “cómo” y el “por qué” de estas cuestiones. Más que a los contenidos, López da importancia a la participación de los asistentes. Calcula que el 50% del tiempo son los padres y madres los que toman la palabra y la iniciativa. Sostiene que a estas escuelas no sólo se va a recibir información. Ésta ya llega hoy de sobra por distintos canales. Más bien ve este encuentro como una oportunidad de “volver a activar” el conocimiento interiorizado. No en vano, en estos 25 años ha cambiado el formato pero en el fondo los temas son parecidos.

Con todo, sí es cierto que hay nuevos actores en la educación y la relación padre-hijo. Es el caso de la tecnología o las redes sociales. Sin poner en tela de juicio su utilidad y su potencial, admite y advierte que a veces pueden ser “un auténtico quebradero de cabeza” para los progenitores. Por otra parte, aunque haya contenidos recurrentes, las necesidades como educadores varían en función de la edad de los hijos. Pueden ir desde cuestiones básicas sobre la alimentación en los primeros años a los miedos y la adaptación social conforme se acerca la adolescencia.

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