La XIX Noche Flamenca de Zambra celebra los cuarenta años sobre los escenarios de El Cabrero

El alcalde y el  secretario de la peña se encargaron de descubrir el cartel anunciador

El alcalde y el secretario de la peña se encargaron de descubrir el cartel anunciador

Ningún cantaor está tan vinculado a la Noche Flamenca de Zambra como José Domínguez, El Cabrero. No es sólo el hecho de que el sevillano haya visitado la aldea ruteña una decena de veces. Es sobre todo la impronta que ha dejado su arte en los aficionados. Su presencia tuvo mucho que ver para levantar el festival y que se convirtiera en una referencia en el circuito andaluz. No hacen falta, pues, motivos extra para que la Peña Cultural Flamenca de Zambra rinda homenaje a su cantaor “talismán”. Así lo definió el alcalde de Rute, Antonio Ruiz. El genio de Aznalcóllar no gusta de distinciones bajo ese calificativo. Pero esta ocasión se presenta más que propicia. En 2012 se cumplen cuarenta años desde que empezó a destilar su cante sobre los escenarios. Su figura ilustra el cartel de esta XIX Noche Flamenca de Zambra. Recoge esa estampa tan típica de él, en el momento de lanzar el quejío que nace de las entrañas. El cartel se presentó el viernes, 25 de mayo, en el Restaurante Juanito de la pedanía. Como es costumbre, la presentación contó con una actuación musical. Corrió a cargo de la cantaora almeriense Toñi Fernández, que estuvo acompañada por el guitarrista jerezano Miguel Salado.

La fecha de la velada será el 7 de julio, junto al río Anzur y el recinto deportivo. Además de José Domínguez, estarán maestros del cante como Miguel de Tena, El Pele o Capullo de Jerez. El cuadro se completa con Guillermo Cano. De la guitarra se ocuparán Rafael Rodríguez, Niño Jero, Patrocinio Hijo y Antonio Carrión. Para presentar el festival se ha buscado esta vez al crítico Manuel Martín. El grueso de los cantaores ha pasado antes por Zambra. Según Juan Antonio Pedrazas, secretario de la peña, son artistas “de cante alegre y con un público muy fiel”. Con Guillermo Cano los organizadores mantienen su filosofía de promocionar a valores emergentes. No sería la primera vez que una promesa se da a conocer en esta Noche Flamenca y vuelve después como figura consolidada. Ello es posible, en parte, porque la peña trabaja con dos representantes. Pero también porque el festival tiene su prestigio “y muchos artitas llaman diciendo que quieren acudir”.

Así se va cuadrando el cartel desde meses antes, en función de los artistas y en función del presupuesto. Más que el arte que se puede disfrutar en esta aldea de Rute, el mayor mérito de Zambra es mantener esta cita cuando muchas otras se han caído por la crisis. ¿Las claves? Trabajo, esmero e ilusión, “pero sin la ayuda del Ayuntamiento de Rute no se podría hacer”, apostilla Pedrazas. Y otro aspecto ligado a la crisis: para los artistas su cante es su trabajo, aunque con la situación económica “todos han tenido que rebajar su caché”. Esa rebaja coincide con la de las entradas, 12 euros por anticipado y 15 en taquilla. Estarán a la venta a mediados de junio.

Sobre la ayuda del Ayuntamiento, el alcalde lo tiene claro: aparte de promocionar arte, se promociona una marca, la de Rute, para toda la gente que viene de fuera. En su opinión, con el festival, Zambra se convierte en “la capital del flamenco”. De ahí que tanto el Consistorio ruteño como la Diputación sigan respaldando esta forma de fomentar nuestra cultura. Aparte de la aportación institucional, con la que otros festivales también cuentan, está el trabajo de la peña. Para Antonio Ruiz tiene “mucho mérito” colocar a una aldea “en el primer nivel” del cante; una labor que también quiso elogiar en la presentación la alcaldesa pedánea, Ana Rodríguez.

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