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En los días centrales, el municipio ha rozado el lleno para las cerca de trescientas plazas disponibles entre casas rurales y del casco urbano, y el camping
La reciente celebración de la Semana Santa, la primera sin restricciones sanitarias tras la pandemia, ha confirmado el tirón de esta tradición en Rute para visitantes de fuera. Junto a su componente religioso, en los últimos años se ha consolidado como un atractivo turístico para venir a la localidad. La falta de hoteles ha sido un lastre importante para las posibilidades de alojamiento en el pueblo. Durante mucho tiempo, los dos que había en Rute convivieron con numerosas casas rurales. A raíz del cierre de El Mirador y la reconversión del hotel María Luisa como residencia privada para la tercera edad, han proliferado las alternativas en el entorno natural. Además, se han multiplicado en el casco urbano los apartamentos, pisos y casas de alquiler.
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Unos y otros han sido ocupados durante los días centrales de nuestra Semana Mayor. Según los datos que maneja la Oficina de Turismo, en función de las consultas recibidas, la ocupación turística en esos días ha superado el 90% en una estimación a la baja. En realidad, desde antes del Domingo de Ramos el goteo de visitantes ha sido continuo. Sin embargo, a partir del Miércoles Santo se rozó el lleno y la práctica totalidad de los distintos alojamientos del pueblo estuvieron ocupados. De hecho, la mayoría de estos alojamientos gestionan sus reservas de forma telemática a través de diversos portales especializados en internet y desde mucho antes de Semana Santa dichas reservas ya estaban agotadas.
Pese a las limitaciones evidentes que supone no contar con ningún hotel en este momento, gracias a esos alojamientos familiares Rute puede dar respuesta a la demanda que se produce en fechas como ésta. Según la información remitida también por la Oficina de Turismo, la oferta en plazas de ocupación se acerca a las trescientas. En concreto, las de los alojamientos rurales y urbanos suman 195 plazas. A ello hay que añadir el Camping La Isla, que dispone de 36 parcelas y tres casitas unifamiliares.
