La nueva actuación en la torre del Canuto permitirá saber cómo era en su estado original

  • La segunda fase incluye trabajos de cierre y recrecido, y una excavación arqueológica que permitirá conocer esta atalaya y su entorno

En septiembre han dado comienzo las obras de la segunda fase de restauración de la torre vigía del Canuto, una estructura emblemática que forma parte de las señas de identidad de Rute. Según el director de la obra, el arquitecto José Manuel Reyes Alcalá, más que una torre podría considerarse como una atalaya, un asentamiento de mayor importancia poblacional. Sería una atalaya privilegiada de un pueblo fronterizo construida para poder controlar posibles invasores enemigos.

En la primera fase se llevaron a cabo trabajos de cimentación y se obtuvo una información muy valiosa, apunta Reyes. Ello llevó a pensar que junto a la torre hubo un edificio adyacente. Por lo tanto, en la segunda fase no sólo se van a llevar a cabo trabajos de cierre y recrecido sino otros de excavación arqueológica en el entorno. Esos estudios van permitir conocer de manera definitiva la existencia de ese edificio anexo a la torre.

Los datos obtenidos respaldarían las tesis de algunos autores, que defienden el papel mediador de la torre entre la transición de Rute Viejo y Rute en su emplazamiento actual. Estaríamos, ha dicho Reyes, ante una atalaya construida en el siglo XIII, que serviría a su población hasta bien avanzado el siglo XV, cuando Rute deja de tener ese papel de pueblo fronterizo. Por tanto, representa un baluarte que no sólo servía para mandar señales sino también de refugio para esa población que ya estaba en el nuevo Rute.

La intervención se está llevando a cabo atendiendo a la Ley de Patrimonio vigente, y bajo las indicaciones y tutela de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Se están empleando materiales muy similares a los existentes, distinguiendo con una perfilería muy fina la fábrica antigua y la nueva. El hueco existente en la torre ha sido necesario cubrirlo. Todo apunta, según el director de la obra, a que es un punto débil que pone en peligro la estructura. Incluso se baraja la posibilidad de que dicho hueco pudo ser originado por algún expolio. Lo que sí está claro es que no formaba parte de la atalaya original.

La concejala de Cultura, Ana Lazo, ha recordado que durante la primera fase se afrontó una actuación de emergencia, con el objetivo principal de evitar el derrumbe de la torre. Ahora, con esta fase, que comenzó a mediados de septiembre, se pretende completar un trabajo de restauración y puesta en valor del único Bien de Interés Cultural (BIC) de titularidad municipal. Existen otros lugares o yacimientos de interés arqueológico, también catalogados como BIC, como Rute El Viejo o el Castillo de Zambra. Sin embargo, la torre del Canuto es único BIC que forma parte del patrimonio municipal. No obstante, aunque se trata de un patrimonio de titularidad municipal, la administración encargada de velar por las actuaciones que se ejecutan es la Junta de Andalucía.

En esta ocasión la intervención ha sido posible gracias a un programa de la Diputación de Córdoba, apunta Lazo. De momento, no han contado con fondos autonómicos para mantener este fin patrimonial y cultural de Rute. La inversión, de ciento treinta y cuatro mil euros, ha sido costeada por la institución provincial, que aporta noventa y un mil euros, y el resto, que lo asume el Ayuntamiento de Rute.

El siguiente paso, según ha adelantado el acalde y presidente de la Diputación, Antonio Ruiz, es dotar la torre de una iluminación adecuada, sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Para el acalde ruteño, es muy importante que desde las administraciones se vele por mantener este patrimonio cultural de los pueblos.

La ejecución de la obra, tanto de la primera fase como ahora, corre a cargo de Hermanos Campano, una empresa especializada en actuaciones de interés patrimonial y cultural. De hecho, el arquitecto técnico de la obra y gerente de la empresa, Manuel Campano, ha informado de que llevan más de treinta años trabajando en este tipo de restauraciones. Esta empresa ha sido la encargada de intervenciones en el yacimiento arqueológico de Torreparedones. También han llevado a cabo labores de restauración en Baena o en el castillo de Priego de Córdoba, y en estos momentos trabajan en el castillo de Luque.

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