La mujer asesinada en Rute por su marido murió por un traumatismo craneoencefálico “severo”

  • Así lo revela el informe preliminar de la autopsia, que ya ha sido enviado al Juzgado de Instrucción número 3 de Lucena, según señalan fuentes del TSJA

Actuación de la Guardia Civil en la vivienda familiar durante la mañana posterior al asesinato

Piedad Cruz, la mujer asesinada en Rute a manos de su marido (según él mismo confesó), murió a causa de un traumatismo craneoencefálico “severo”. Es la conclusión del informe preliminar de la autopsia practicada por el Instituto de Medicina Legal de Córdoba. Dicho informe ya obra en poder del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Lucena, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). El juzgado de la vecina localidad, especializado en violencia de género, forma parte del partido judicial al que pertenece Rute.

El informe preliminar revela que el traumatismo habría sido ocasionado por los golpes recibidos por la víctima, según confesó el propio detenido ante la Policía Nacional. Las mismas fuentes del TSJA han confirmado que no constaban denuncias previas por violencia de género en la pareja. Sin embargo, sí ha trascendido por parte de la Consejería de Bienestar Social e Igualdad de la Junta que Piedad había recibido atención psicológica a través del Instituto Andaluz de la Mujer en 2011.

Entretanto, el pueblo recupera la normalidad, aún con el estupor en los rostros y los labios de sus vecinos. El miércoles por la tarde se oficiaba el funeral en Santa Catalina, aunque Piedad ha sido enterrada en El Higueral, la aldea de Iznájar de donde era natural. Como el marido, ambos procedían de la vecina localidad. Pero desde pequeños habían pasado temporadas en la Escuela Hogar, mientras sus familias trabajaban en el campo. Después, ella estudió y se licenció en Psicología, aunque no ejercía. Trabajaba en tareas domésticas y a distancia con la empresa de su hermano en Granada. Él era pintor y durante la cosecha también trabajaba en el campo.

Por tanto, existía una clara vinculación de la pareja con Rute, en especial de Piedad, que tenía en el pueblo muchas amistades y personas conocidas. Por ello, y por las circunstancias y la conmoción por su asesinato, mucha gente acudió al sepelio. En cuanto al autor confeso del crimen, quedará a partir de este jueves a disposición del Juzgado número 3 de Lucena. Podría enfrentarse a una pena de privación de libertad de entre 15 y 25 años. Sin embargo, en este supuesto no sería aplicable la prisión permanente revisable.

Mientras, las manifestaciones de repulsa han continuado. Al día siguiente de la celebrada en Rute, con la asistencia de más de mil personas, se sucedieron dos más en la capital. La primera tuvo lugar a las once y media de la mañana ante la Subdelegación de Gobierno. Media hora después se había convocado otra en la puerta del Palacio de la Merced, sede de la Diputación de Córdoba. El alcalde Antonio Ruiz, como presidente de la institución provincial, manifestó que, ante el sentimiento de “rabia e impotencia” que invade a la sociedad cordobesa, no cabe otra que un compromiso “más firme si cabe para seguir luchando contra esta lacra social”.

Por último, la subdelegada de Gobierno en Andalucía, Rafaela Valenzuela, ha confirmado que los menores se encuentran ya en Rute con otros familiares. La consejera de Igualdad, Rocío Ruiz, ya adelantó que la Junta tramitaría “por vía urgente” que el hermano de la fallecida asumiera la tutela de los pequeños.

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