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Una misa de acción de gracias celebra el regreso de la Virgen de la Cabeza tras concluir su restauración en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico

Andrés Cobos y Miguel Ángel Borrego – Impresiones de la restauración de la Morenita
La Morenita ya ha regresado a Rute. Atrás quedan 140 días, los que van del 18 de noviembre al 7 de abril. Es el tiempo que la Virgen de la Cabeza ha estado en Sevilla, en la sede del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) para su restauración. Apenas un día después de su vuelta a la parroquia de San Francisco de Asís, se celebraba una misa de acción de gracias. La misa estuvo cantada por el Coro de la Real Cofradía, que volvería a intervenir al final junto al Coro de Romeros “La Morenita”. Además, al término de la eucaristía decenas de devotos pudieron comprobar de cerca el resultado final de este largo y minucioso proceso.
- Está previsto que el 13 de mayo se desplacen a Rute los responsables del IAPH para explicar todos los detalles técnicos del proceso
Más allá de este recibimiento general y el agradecimiento del presidente de la cofradía, Andrés Cobos, no hubo más explicaciones de la actuación que se ha llevado a cabo. La razón es que está previsto que el 13 de mayo, dos días después de su doble salida procesional, se desplacen a Rute los responsables del IAPH, al frente de los cuales ha estado como restauradora Cinta Martín. Entonces se desvelarán nuevos datos que, hasta el momento, ni siquiera la cofradía conoce aún. No obstante, la primera impresión fue de emoción y satisfacción. Dos palabras, “espectacular” y “preciosa”, fueron las que más repitió el público a los miembros de la junta de Gobierno.
Idéntica opinión sostiene Miguel Ángel Borrego, licenciado en Bellas Artes, restaurador y uno de los integrantes de la comisión de seguimiento que ha mantenido contacto permanente en estos meses. Asegura que el resultado técnico es “idóneo” para las características de la imagen y los deterioros que presentaba. Ha recuperado “el esplendor” en factores como “la mirada” y en suma se acerca a la imagen que ha tenido a lo largo de su historia. Aparte de la colaboración de toda la cofradía, Borrego destaca la implicación y el papel de dos reputados restauradores a nivel internacional, David Triguero y María del Valle Rodríguez, en todo el proceso.
En definitiva, cree que la formación de “un gran equipo” ha permitido concluir un camino “largo”, que no ha resultado fácil por las dudas que han ido surgiendo. Asimismo, valora que nadie se puso “cortapisas” a la hora de afrontar el reto que tenían delante. En todo momento, ha habido “mucha comunicación interna”. Borrego matiza que una restauración de esta envergadura no se ciñe a “tocar la imagen”. También influyen aspectos históricos, documentación que se genera y profesionales que se han sumado como fotógrafos, biólogos o químicos.
Otro aspecto que ha remarcado es que no sólo se ha restaurado la Virgen, sino el Niño, ya que hay que contemplarlo como una obra “única”. En el caso del Niño, se trata de una talla completa, donde se ha restaurado el soporte y la policromía. De la Morenita, ha destacado que conserva los mismos brazos “que han llegado a nuestros días”, pero en especial hace hincapié en que se ha hecho una “conservación preventiva”. Esto implica toda la parte de la Virgen que no se ve “está protegida con criterios científicos”. En este sentido, Andrés Cobos insiste en que se trata de dejar para las generaciones futuras el legado que se ha recibido de las anteriores.