La lluvia no puede con la carrera popular “Rute en Navidad”

  • La participación no se resintió apenas en las categorías inferiores y alcanzó su cifra máxima en la prueba reina

  • Diego de la Fuente y Fátima Ouhaddou fueron los más rápidos, mientras que a nivel local los mejores puestos correspondieron a Juanma Aguilar y Carmen María Senciales

El público, aunque tuviera que echar mano de los paraguas, tampoco faltó para animar a la hora de la salida
El público, aunque tuviera que echar mano de los paraguas, tampoco faltó para animar a la hora de la salida

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De la Fuente entró primero en meta con un tiempo de 24 minutos y 22 segundos

Varios factores han confirmado que la carrea popular “Rute en Navidad” está consolidada como un referente en el atletismo cordobés. Entre ellos, destaca que ni la lluvia del primer fin de semana de diciembre haya mermado la participación. Lo decía la animadora de esta edición, Sandra Trujillo: “Llueve, pero para correr no estorba”. Y los participantes lo tomaron al pie de la letra. Tampoco se puede pasar por alto que su ganador de este año, Diego de la Fuente, presidente además de la Federación Cordobesa de Atletismo, haya venido en varias ocasiones y recomiende a quien no se ha estrenado en Rute que venga a correr. En lo meramente deportivo, él fue el primero en categoría absoluta, seguido de Francisco Díaz. En chicas, la más rápida fue Fátima Ouhaddou, tras la cual entró María Belmonte. En la clasificación local, los mejores fueron Juanma Aguilar y Carmen María Senciales.

Son algunos nombres propios de una carrera que había superado las trescientas inscripciones en la prueba reina y otra cifra similar entre el resto de categorías. Se confirma, por tanto, su arraigo en el calendario cordobés. Si le faltaba un empujón definitivo para que su encanto atrajera a corredores de toda la provincia e incluso alguno de fuera, ese espaldarazo llegó hace tres años. Fue cuando la prueba entró a formar parte del circuito provincial que organiza la Diputación. Lo recordaba al término de esta octava edición José Ariza, presidente del Club Atletismo Rute. Si el club fue en su día el promotor de esta cita, otro respaldo importante llegó cuando el Ayuntamiento de Rute asumió la organización oficial. De esta forma, y a todos los efectos, la carrera adquiría una cobertura institucional que un club deportivo amateur no podía garantizar.

Junto a esa coordinación de administraciones y club para dar empaque en el aspecto organizativo, hay otra conjunción que ha contribuido con el tiempo al éxito de la prueba. Los responsables del Club Atletismo Rute son los primeros que reconocen que el recorrido no es el más vistoso, con tres vueltas a un circuito relativamente corto, 2,4 kilómetros. Pero siempre han insistido en que, dada la orografía de Rute, es el más llano que se puede hacer pasando por el casco urbano. Con todo, sus pendientes en zonas como Juan Carlos I, o las calles Alambique y Lucena ponen a prueba la resistencia de más de un participante. De la Fuente, que por su experiencia y su cargo, sabe bien de lo que habla, no puede ser más elocuente. Aunque el recorrido sea de poco más de 7 kilómetros, “tiene la dureza de una carrera de diez u once”. Lo dice como un estímulo para que los corredores que aún no han venido se planteen ese reto.

Pero si en el trazado hay esas limitaciones, compensa el hecho de que confluyan otros factores, además del deportivo. El más relevante es el turístico. A partir de la tercera edición y con el paréntesis del año pasado por cuestiones de calendario, la carrera se ha asentado en el primer domingo de diciembre, con lo que representa Rute a nivel de visitantes en estas fechas. No es una prueba en la que los participantes vengan, corran y se vayan, sino que en muchos casos acude la familia al completo y después visitan los museos gastronómicos de la localidad. En este sentido, el teniente de alcalde José Macías subrayaba la singularidad de la carrera “en unas fechas claves para que la gente nos visite”.

El otro componente es el solidario, puesto que de los cinco euros de cada inscripción  se destina uno a la Junta Local de la Asociación Española Contra el Cáncer. A su vez, los miembros de la Junta Local prepararan los bocadillos de este día. Como apunta su presidenta, Juana Serrano, es un mensaje de lo más positivo que caminen de la mano un club deportivo y una asociación relacionada con la salud. La suma de sinergias se completa con el papel esencial que representan los patrocinadores y las decenas de voluntarios que echan una mano en esta jornada. Gracias a eso se puede entregar una bolsa del corredor al alcance de muy pocas citas de este tipo. No es de extrañar que Macías concluyera que el evento redunda “en todos los ruteños y en todos los niveles”.

Todo ello ha contribuido a consolidar la carrera en el calendario, hasta el punto de que no se vea afectada ni siquiera por la meteorología. No se llegó al extremo siquiera de plantearse su suspensión. Sin embargo, muchos temían que con las precipitaciones de la noche anterior (en Rute se recogieron 29,5 litros en una sola madrugada) más de un corredor, sobre todo los de fuera, se echara atrás. No fue así. En todo caso, se resintió algo más en las categorías inferiores, pero apenas hizo mella en la prueba reina. A lo sumo, condicionó que los participantes aguardaran hasta última hora para recoger los dorsales.

Aun así, el club ha ganado tanto oficio en la organización que, pese a la cola que había minutos antes de las 11 de la mañana, hora de inicio de la prueba reina, se entregaron con total fluidez y no hubo retrasos. Tampoco se dieron en las categorías inferiores. Lástima, en cambio, que los jueces venidos de Córdoba no estuvieran a la misma altura. A la hora de elaborar las clasificaciones, y la correspondiente entrega de trofeos, sí que hubo demoras y otros desajustes. Lo peor es que las miras de los que quedaban para recoger su premio se volvían hacia los responsables del club. El deseo es que en el futuro se solventen esas deficiencias en el ámbito federativo que, en cualquier caso, no han pasado de ser, utilizando el símil meteorológico de esta jornada, un nubarrón en medio de una carrera que cuenta con el beneplácito y el aplauso de los aficionados.

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