La Ley de Tituralidad Compartida de una explotación agraria otorga a las mujeres la mitad de los beneficios

  •  Los beneficios de la explotación, las subvenciones y las ayudas directas se reparten al 50% entre los dos titulares

  • Ambos titulares tendrán la condición de beneficiarios directos para recibir las ayudas de la PAC

Carmen Quintana, secretaria provincial de COAG, se encargó de impartir la charla

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Hace seis años se aprobó una Ley sobre la Titularidad Compartida de las Explotaciones Agrarias. Dicha normativa reconocía a las mujeres de agricultores y ganaderos la posibilidad de tener prestaciones sociales propias y ver reconocido jurídicamente su trabajo en la explotación familiar agraria. Se buscaba la creación de un marco legal y una nueva figura jurídica que permitiese reconocer el trabajo “invisible” que hacen estas mujeres. Sin embargo, el porcentaje de las que se benefician de esta ley es muy bajo. Por este motivo y con objeto de informar de los beneficios de la normativa se ha impartido en Rute una charla que estuvo a cargo de la secretaria provincial de COAG, Carmen Quitana. Iba dirigida a las mujeres de municipio y giró en torno a la incorporación de éstas, desde el punto de vista profesional, al sector agrario. De promoverla se ha encargado la Federación de Mujeres Minerva de la Subbética.

  • Para la secretaria de COAG, Carmen Quintana, la ley reconoce el trabajo invisible de la mujer en el campo

La presidenta de esta federación, Concha García, considera importante que se visualice y se reconozca el trabajo que llevan a cabo las mujeres en el campo. Para la concejala de Igualdad, Mónica Caracuel, las mujeres deben estar bien informadas de esta ley. Abre posibilidades de su incorporación al mundo laboral y de admitir  un trabajo que, en ocasiones, hacen pero no se reconoce. La Ley de Titularidad Compartida permite que en las explotaciones agrarias donde hasta ahora había sólo un titular pueda haber dos: la mujer y su cónyuge. De esta manera, la explotación pasa a ser una unidad económica o una sociedad limitada, donde los dos comparten la titularidad al 50%, así como los beneficios, los deberes y el trabajo de esa explotación.

Respecto a los beneficios que otorga la ley, Carmen Quintana insiste en el hecho de que de esta forma sale a flote un trabajo que es invisible y que no genera beneficios para la mujer. Con ello se otorga la condición de “prioritarias” a aquellas explotaciones que sean de titularidad compartida. Esto significa tener un carácter preferente a la hora de recibir ayudas y subvenciones. En segundo lugar, los beneficios de la explotación, las subvenciones y las ayudas directas se reparten al 50% entre los dos titulares. Otro beneficio que otorga este sistema es que ambos tendrán la condición de beneficiarios directos para recibir las ayudas de la PAC. Y por último, la ley permite a las mujeres tener preferencia en actividades de formación y asesoramiento en temas agrarios.

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