Y por fin, después de tantos años, por fin conocemos el resultado final de la sentencia de los ERE. Por fin, después de miles de folios de instrucción, ocho años de recorrido judicial, ciento cincuenta y dos sesiones de un juicio y no pocos intentos de obstrucción por parte del Partido Socialista y del anterior gobierno socialista como se está demostrando, la audiencia de Sevilla ha puesto nombre a la actuación por parte de cada uno de los acusados, mediante la inhabilitación para el ejercicio de cargo público para unos, y mediante hasta nueve años de prisión para otros. Con ésta condena se demuestra que el Estado de Derecho, funciona, y una vez más, se ve que nadie es impune ante la ley en nuestro país, nadie es más que nadie en Andalucía, por mucho que algunos pretendan hacerse confundir con Andalucía y se arropen en la bandera diciendo que ellos son Andalucía. La sentencia pone punto y aparte a una etapa muy negra de nuestra comunidad autónoma en la que desde la misma sede del poder autonómico, poder que emana de la Constitución y otorgado por todos los andaluces en elecciones que debían ser libres, los propios gobernantes creyéndose impunes y confundiéndose a ellos mismos con la ley crearon un sistema para repartir ayudas y lo que no son ayudas entre amigos y afines y así perpetuarse en el poder, un poder conseguido de forma injusta e ilegítima, pues no se hacía en igualdad de condiciones ni de forma libre, pues menoscababa lo más sagrado que existe en democracia, que no es sino la libertad de elegir como ciudadanos libres e iguales. Es triste que casi un mes después de conocer la sentencia del mayor caso de corrupción de la historia reciente, aún no hayamos oído a ninguno de los dirigentes socialistas ni a nuestro alcalde, pedir perdón o alzar una mínima voz crítica contra un sistema que les ha ayudado a perpetuarse en el cargo durante casi cuarenta años, y es que no hay que olvidar, que él estaba en la misma cúpula y en la misma ejecutiva cuyos máximos dirigentes, ahora están condenados a prisión, y con quienes corría a congraciarse y fotografiarse y cuyas fotos faltaba el tiempo para esconder o tirar por esas famosas trituradoras que tan rápido funcionaban ahora hace ya casi un año, pero la hemeroteca es traicionera, sólo hay que hacer una simple búsqueda en Google para encontrarlas. ¿Sería de eso de lo que hablaban en tantas comilonas como esa que se dieron a la salud de todos hace no tanto tiempo? Y llegado éste punto, cabe preguntarse, ¿es éste el punto final de esa negra etapa? Tristemente, parece que no, y es que 40 años de poder cuasi absoluto dan para mucho, para muchas cajas fuertes llenas de documentos y para muchos fantasmas escondidos en los armarios de San Telmo, de la Agencia Idea o de tantísimo organismo en el que colocaban amiguitos y familiares, y con muchas tarjetas con las que gastarse el dinero de los andaluces en aquello que no debía gastarse. Pero tranquilos, como reza el titulo de éste artículo, la justicia es lenta, pero llega.
En otro orden de cosas, no queremos terminar sin desearos que paséis unas felices fiestas en compañía de los vuestros, y un venturoso y próspero año 2020. Nosotros seguiremos un año más estando a vuestra completa y entera disposición para ser la voz que defienda vuestros derechos en el Ayuntamiento de Rute.
