El pan y el aceite han sido los protagonistas de los desayunos
Como lleva haciendo diez años, de nuevo la Junta Local de la Asociación Española Contra el Cáncer ha realizado una jornada de desayunos sanos en los centros de Primaria de Rute y sus aldeas. Casi seiscientos molletes para todos los colegios y 250 panes para Los Pinos, para que los chavales desayunaran el típico pan con aceite. Según ha explicado María Bueno, miembro de la Junta Local, ellos se han encargado de comprar el pan, mientras que la Cooperativa Agrícola ha aportado un año más el aceite. No han sido los llamados “desayunos molineros”, sino que se ha incorporado la fruta como un componente importante, “porque el mensaje para los críos es crearles hábitos sanos, que aprendan a comer y aprovechar la riqueza de aceite que tenemos”. A ello se añade esa fruta y verdura, “para que se dejen de tanta bollería”.
Poco a poco, los niños empiezan a concienciarse de este mensaje “y cuando llega febrero ya empiezan a preguntar cuándo va a ser el desayuno”. Pero todos los responsables del ámbito educativo tienen claro que no debe quedarse en una campaña de un solo día. Por eso, en el Colegio Público Ruperto Fernández trabaja desde hace seis años en los desayunos sanos, informando a los padres de que los alumnos cada día de la semana deben ir a clase con un tipo diferente de alimentación, “y de hecho, está prohibida, por ejemplo, la bollería industrial”, según relata Genaro Llamas, su director. Así, de lunes a viernes alternan bocadillo y fruta, batido y galletas, yogur y fruta, bocadillo y zumo, y batido y dulces tradicionales de Rute. Para Llamas, lo fácil es comprar un bollo o dar al niño un dinero, “pero desde las tutorías se está haciendo un esfuerzo para que los padres y madres se vayan introduciendo en este tema”, y los propios niños se van a aficionando cada vez más a cambiar los dulces industriales por la tostada
