La Junta Local de la AECC cierra el año con unas cuentas saneadas que les permite afrontar otras campañas de prevención en Rute

Francisca Porras y José María Benítez han agradecido el  respaldo que siempre reciben de la ciudadanía ruteña

Francisca Porras y José María Benítez han agradecido el respaldo que siempre reciben de la ciudadanía ruteña

Sin duda, las iniciativas que promueve la Junta Local a lo largo de todo un año son muy significativas y han calado en la población. No obstante, pese a toda esa actividad, la Junta Local presenta unas cuentas muy saneadas. Ello le va a permitir afrontar con tranquilidad algunas de las campañas previstas para este año, como es el caso de la de prevención del cáncer de próstata. Las cuentas del pasado año se han cerrado con un saldo positivo de unos seis mil euros, con unos ingresos de 18.030  euros y unos gastos de 12.752 euros. Los ingresos se han obtenido con las cuotas de los socios, que han supuesto 6.774 euros; la cuestación anual, con la que se recaudaron 4.262 euros; la cena benéfica, que supuso 1.533 euros; y la venta de lotería, por un total de 1.200 euros. Además, la asociación también ha obtenido aportaciones a través de iniciativas promovidas por las cofradías u otras entidades de Rute. Por estas donaciones la Junta Local ha recibido un total de 4.259 euros.

Respecto a los gastos, principalmente se van en campañas de prevención, adquisición de material y algunos gastos de administración. Benítez ha informado de otras acciones que se realizan en materia de sensibilización, con las donaciones de juguetes a niños afectados por la enfermedad, o el reparto de mantecados y licores para los familiares de enfermos que se encuentran en los pisos que tiene alquilada la AECC en Córdoba. Para Benítez, “por encima de las campañas está el propio enfermo”.

En nombre de la asociación ha mostrado su satisfacción por la confianza que deposita el pueblo de Rute en el trabajo que realizan. Por una parte, los vecinos en general con sus aportaciones. Y más en particular, los familiares y enfermos, que saben que están ahí y hacen uso de los recursos que pueden ofrecerle, como camas, material ortopédico, o gestión de pisos de alquiler con objeto de que los familiares estén cerca del hospital. También realizan otro tipo de ayudas, de carácter psicológico o de asesoramiento en cuestiones sobre las que “están perdidos” y no saben a quién dirigirse.

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