La historia del producto más genuino

  • Los Museos del Aguardiente Anisado de Rute y España acogen en su interior un catálogo de ocho mil piezas que permiten visualizar un recorrido histórico por el anís

Los museos guardan piezas de todos los tipos y épocas relacionadas con el anís

Los Museos del Aguardiente Anisado de Rute y España acogen todo un compendio sobre una tradición tan patria como la de la destilación. Rute es un referente de por sí dentro de un sector genuinamente hispano. Pedro Pérez Tapia ha estudiado la historia del anís desde esa doble vertiente, local y nacional. En ambos casos lo ha hecho con fervor y a la vez con el rigor metódico de quien se confiesa un apasionado de la investigación. Decir que Pedro Pérez es un adicto al anís no es una acusación peyorativa cuando se trata de alguien tan ávido de conocimiento sobre un producto tan singular. Tampoco es exagerado afirmar que lleva toda una vida profundizando en cualquier tema que le permita ampliar el bagaje cultural que atesora en torno al aguardiente.

  • La historia del anís es pasado y presente que se puede paladear en las distintas variedades que se venden bajo la marca comercial de “La Flor del Fresno”

Con los años no ha dejado de crecer su saber sobre botellas, marcas, destilerías, carteles y anécdotas de todo tipo. Hay un patrimonio intelectual que comparte en las charlas que da durante las visitas guiadas a los museos. Pero éstos a su vez albergan en su interior otro patrimonio material de miles de piezas de coleccionista relacionadas con el anís. Sus salas guardan alrededor de ocho mil. De Rute, hay referencias de las doscientas marcas de anís que han existido en el pueblo a lo largo del tiempo, junto a otras seis mil de toda España. Esas piezas engloban todo un universo coleccionista sobre el anís, desde botellas a carteles, etiquetas, espejos o facturas.

La visita también depara curiosidades como un “anís de uva”, elaborado en Rute. Y es que Tapia concluye que buena parte de la historia del municipio ha girado en torno a la destilación, incluido el crecimiento poblacional. Pero los museos no son sólo pasado sino también presente, porque la historia del anís sigue muy viva y se puede paladear en la gama de productos que se venden bajo la marca comercial de “La Flor del Fresno”. El aprendizaje acumulado por Pedro Pérez también se plasma en sus variedades de anís seco, dulce, bidestilado, rosoli, pacharán o licor de guindas.

Todos estos productos se pueden adquirir online o de forma presencial con la visita a las instalaciones. Se pueden recorrer y aprovechar que será la última vez que abran en Rute. Su director, de hecho, ya ha trasladado su “Museo del juguete”, que recrea su historia en un total de tres mil piezas. Incluirá además apartados para el cómic o los álbumes de cromos. Junto al patrimonio que constituye el legado del anís y los juguetes, el coleccionista ha adelantado que ya baraja la creación de un “Museo de la radio”. Para su futura inauguración espera contar con la presencia de Luis del Olmo.

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