La Escuela Municipal de Música y Danza de Rute incorpora nuevos instrumentos y otros recursos para las clases

Alejandra Ortega muestra el nuevo material  adquirido, que incluye un armario para guardarlo

Alejandra Ortega muestra el nuevo material adquirido, que incluye un armario para guardarlo

Acaba de comenzar el curso académico en la Escuela Municipal de Música y Danza de Rute, y lo hace con una mejora en sus recursos. La sección de música acaba de incorporar nuevo material. En su mayoría, unas tres cuartas partes, son instrumentos musicales. Pero hay más equipamientos. Así, se cuenta con un nuevo armario para esos instrumentos, otro equipo más de música para complementar al que tenían, una pizarra para las clases y material didáctico, como libros y manuales de Lenguaje Musical. Con ellos, según la directora Alejandra Ortega, todo el alumnado “puede seguir una misma pedagogía”. La inversión ha sido posible gracias a una subvención de la Diputación de Córdoba, cuyo montante total se acerca a los tres mil euros. En cuanto al instrumental adquirido, es de todo tipo y niveles: pequeña percusión, música y movimiento, xilófono para el aula de percusión, guitarra, violín, trompeta, clarinete, flauta travesera o instrumentos para el aprendizaje de los niños.

Junto a la adquisición, se han afinado los tres pianos que hay en la escuela, “algo que se debe hacer cada año”. De esta forma, asegura, quedan cubiertos todos los niveles. Pero a la vez se da otro paso importante. Hasta el momento cada alumno debía costearse su propio instrumento. En el mejor de los casos, “si el profesor tenía alguno viejo podía prestárselo un día, pero apenas podía probarlo”. Ahora, en principio, ya no existe esa necesidad de que se lo compre. No se lo puede llevar a casa, “pero sí disponer de él en la escuela”. Además, tiene la opción de probar uno u otro antes de decantarse por el definitivo y sin tener que afrontar ninguna inversión.

Ortega ha destacado que las adquisiciones permiten mejorar notablemente los recursos de la escuela. De hecho, no se reemplaza “nada”, sino que se complementa lo que había. Eso sí, “viejos” y nuevos necesitan el mantenimiento adecuado, más aún si se tiene en cuenta que los instrumentos tienden a estropearse más entre quienes están aprendiendo a manejarlos. No es una cuestión de irresponsabilidad, sino que a un niño se le puede caer, o sufrir algún desperfecto si se trata de instrumentos que se montan y desmontan. En este sentido, la directora ha aclarado que se ha procurado adquirir instrumentos que permitan ese mantenimiento, que no queden inutilizados al más mínimo contratiempo. Así pues, cree que los recursos de que disponen “cubren todas las necesidades”. No es que antes estuvieran mal, “pero todo lo que sea mejorar bienvenido sea”.

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