La doctora Dolores Pérez afirma que el consumo del tabaco está directamente relacionado con el cáncer del pulmón, el más extendido en el planeta

La neumóloga apuntó que el tabaco no sólo incide  en el cáncer de  pulmón, sino en otros como el de faringe o hígado

La neumóloga apuntó que el tabaco no sólo incide en el cáncer de pulmón, sino en otros como el de faringe o hígado

Los datos ofrecidos por la neumóloga Dolores Pérez Tejero no dejan lugar a dudas y son estremecedores. El cáncer de pulmón es el más extendido por todo el mundo y el que más muertes causa. Su incidencia está directamente relacionada con el hábito del consumo de tabaco. De hecho, un cigarrillo tiene “más de cincuenta componentes cancerígenos”. Además, afirma que a principios del siglo XX, “cuando el hábito del consumo de tabaco no estaba muy extendido”, se diagnosticaba poco. La doctora ha informado de que el número de muertes por cáncer de pulmón es “muy superior” al que se producen por drogas, accidentes de tráfico y otras enfermedades.

Sobre su prevención, diagnóstico y tratamiento se habló en la charla ofrecida en Rute por la Junta Local de la Asociación Española Contra el Cáncer, y que corrió a cargo de esta neumóloga. Dolores Pérez comenzó hablando de la importancia de la respiración, como una función vital imprescindible. En principio, se centró en el número de enfermedades respiratorias que se producen por la contaminación ambiental y los malos hábitos. Entre otros, mencionó el consumo de tabaco, el tipo de dieta y el sedentarismo. Sin embargo, su charla giró principalmente en torno al cáncer de pulmón. Se trata de un tumor muy agresivo y con gran capacidad para invadir todos los órganos que tiene alrededor.

El aspecto fundamental es la prevención. Desgraciadamente, estamos ante un tipo de tumor que puede tardar unos ocho años en dar la cara. Según la doctora, no existen pruebas que permitan detectarlo de forma precoz. Entre los síntomas más frecuentes están la tos continuada e irritativa, el ahogo o la pérdida de peso de una manera inesperada. Sin embargo, según la neumóloga, antes hay que descartar otras posibilidades. Respecto a su diagnóstico, existen varias pruebas que nos permiten sospechar. La primera es una simple radiografía, “las famosas manchitas blancas”. Pero éstas también pueden aparecer por una neumonía. La prueba más certera, según apuntó, es el TAC y una posterior biopsia.

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